Ante la posibilidad de crear empresas en cosa de minutos y de manera virtual, los emprendedores se han visto frente a situaciones de engaño y estafas de mano de quienes usan mañosamente estas herramientas. Hoy la clave está en ser riguroso con la información encontrada en la web.

La era digital ha permitido que el emprendimiento en línea alcance niveles sin precedentes de accesibilidad y rapidez. Hoy en día existen diversas plataformas en línea que permiten a los emprendedores establecer sus propias sociedades en pocos minutos y sin costo alguno. Si bien esto representa una gran ventaja, también plantea desafíos en cuanto a la identificación de estafadores y empresas fantasmas.

“Hay bastantes patrones comunes en estafas y empresas fraudulentas, por lo que la transparencia y la debida diligencia son esenciales para evitar sorpresas desagradables. Los riesgos a caer ante estos engaños pueden ser monetarios o incluso de información sensible de tu propio emprendimiento”, explica Vicente Cruz, CEO de Sheriff.

En respuesta, el experto expone tres señales cruciales para evaluar en quién confiar en tu próximo proyecto empresarial:

1) Examinar la fecha de inicio de actividades: Empresas con menos de un año de inicio de actividades, especialmente aquellas establecidas por plataformas online, deben ser escrutadas con detenimiento. Por lo general, individuos con un alto riesgo crediticio crean entidades ficticias para llevar a cabo negocios y presentar sociedades con un historial crediticio nulo.

2) Verificar las direcciones y redes sociales de la empresa: En más de 32 casos de estafas, se ha observado que las direcciones asociadas a estas sociedades a menudo no existen. Además, las empresas fantasmas aprovechan la facilidad de internet para crear sitios web y perfiles en redes sociales. Sin embargo, suelen mostrar notables inconsistencias, como enlaces rotos o una escasa cantidad de información disponible sobre la empresa.

3) Investigar los antecedentes de los socios personales, no empresariales: Es importante solicitar antecedentes sobre las «personas naturales» involucradas en la empresa. La clave está en llegar hasta el socio final y determinar si ha tenido participación en otras sociedades. Generalmente, individuos con problemas crediticios establecen nuevas sociedades para continuar con sus operaciones comerciales. Un indicio relevante es la cantidad de participación que han tenido en ellas en los últimos tres años. Si supera una, es motivo de alerta.

Si bien no existe una fórmula infalible para detectar prácticas empresariales fraudulentas, contar con información sólida permite tomar decisiones con mayor confianza. Cabe destacar que si una empresa se muestra reacia a proporcionar información necesaria, eso debería ser motivo de precaución.

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