Camila Castro, Directora Carrera Contador Auditor del Campus Virtual Universidad de Las Américas
Chile, históricamente reconocido por el espíritu emprendedor de sus ciudadanos, enfrenta un desafío: garantizar que las pequeñas y medianas empresas no solo nazcan, sino que crezcan y se consoliden en un entorno económico cada vez más competitivo. En este contexto, el Gobierno ha presentado la propuesta conocida como la «Ruta del Emprendimiento», iniciativa que busca repensar el régimen tributario de las pymes y brindar un marco equitativo, flexible y adaptado a sus realidades.
El monotributo, como punto de partida, promete ser más que un incentivo fiscal, es una invitación a la formalización. Durante los primeros dos años, las pymes con ventas de hasta 1.800 UF podrán acceder a un sistema simplificado, donde un único pago mensual sustituye las obligaciones tributarias tradicionales. Este enfoque no solo alivia cargas administrativas, sino que abre espacio para que los emprendedores dediquen su energía a lo esencial: construir y consolidar sus proyectos.
Sin embargo, el impacto va más allá de las cifras. Este sistema inicial ofrece un tiempo valioso para que las pequeñas empresas desarrollen herramientas de gestión y contabilidad, apoyadas por la Defensoría del Contribuyente, fomentando un vínculo educativo y práctico con el sistema tributario.
La transición hacia el régimen Pyme Transparente es un paso estratégico que reconoce las etapas de desarrollo empresarial. Mediante beneficios escalonados en el pago del IVA, las pymes reciben un alivio que las motiva a mantener su formalización y expandir sus operaciones. Este enfoque refleja una comprensión profunda de las dificultades que enfrentan al buscar su lugar en el mercado.
Además, la ampliación del régimen mencionado otorga una mayor flexibilidad y equidad al eliminar restricciones como el tipo de socios, y al aumentar los beneficios de reinversión de utilidades. Dichas medidas tienen un impacto real en la capacidad de las pymes para reinvertir en sí mismas y seguir creciendo.
La «Ruta del Emprendimiento» amplía los límites para acceder a los regímenes tributarios, permitiendo que empresas con ventas anuales de hasta 100.000 UF puedan beneficiarse. Este reconocimiento de las realidades económicas de las pequeñas y medianas chilenas, demuestra un compromiso por adaptarse a las dinámicas del mercado actual.
Asimismo, para aquellas empresas que superen este umbral, el proyecto establece un sistema de transición al régimen general que busca mitigar el impacto de las nuevas exigencias tributarias. Esto no solo facilita una adaptación gradual, sino que refuerza la confianza en que el Estado está comprometido con el éxito de estas organizaciones en todas sus etapas.
Esta iniciativa no es sólo un ajuste técnico al sistema tributario, sino que también un reconocimiento al papel esencial que las pymes juegan en la economía y la sociedad chilena. Cada pequeño negocio que logra mantenerse en pie y crecer, representa empleo, innovación y oportunidades para las comunidades locales.
De todas formas, la propuesta no está exenta de desafíos. Su implementación requerirá un equilibrio cuidadoso entre apoyo y fiscalización, así como un esfuerzo constante por parte del Gobierno para educar, acompañar y escuchar a los emprendedores. Sin embargo, si se ejecuta con éxito, puede marcar un antes y un después, construyendo un futuro donde emprender sea un camino viable y sostenible.
Equipo Prensa
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