Es un día cualquiera cerca de la cumbre del imponente Cerro El Plomo. La nieve brilla bajo el sol, y el viento helado acaricia el paisaje. Sin embargo, un detalle interrumpe la armonía: una botella de bebida isotónica abandonada junto a heces humanas. La escena no es aislada y nos recuerda el impacto que los visitantes pueden dejar en los entornos naturales si no aplican los principios básicos de “No Dejar Rastro”.
“En la naturaleza, somos visitantes. Es un privilegio estar aquí”, reflexiona Vicente Verdugo, cofundador de Puma Adventures, una agencia de montaña que, entre sus ejes de acción, promueve la educación ambiental. “Nuestra presencia genera un impacto inevitable, pero lo importante es reducirlo al mínimo y educar a otros para que también lo hagan”.
Los siete principios de “No Dejar Rastro” son una guía indispensable para quienes exploran la montaña y la naturaleza. Desde planificar las expediciones hasta llevarse la basura y respetar a la fauna, estas prácticas buscan garantizar la conservación de los ecosistemas. “No solo es una cuestión de disfrutar la vista, sino de cómo actuamos para que esa vista se mantenga intacta para todos”, explica Javiera Vidal, cofundadora de Puma Adventures.
Entre los principios, destaca la importancia de manejar los desechos adecuadamente. Esto incluye empacar toda la basura, enterrar las heces humanas a profundidad suficiente y evitar dejar rastros visibles. “No hay un equipo de limpieza detrás de nosotros”, señala Verdugo. “Cada uno debe ser responsable de no dejar huellas, excepto las de sus botas”.
Cultura de respeto
La educación es otro pilar fundamental. Compartir estos principios con compañeros de excursión, amigos y familiares amplifica su alcance. “Si cada persona que aprende estos principios los comparte con dos más, el impacto positivo se multiplica exponencialmente”, destaca Vidal. “La clave está en crear una cultura de respeto por la naturaleza”.
Además, Puma Adventures invita a reflexionar sobre el respeto hacia la flora y fauna local. Los ecosistemas de montaña son frágiles y pueden tardar décadas en recuperarse del daño humano. “El verdadero éxito de una expedición no está en llegar a la cumbre, sino en volver sin haber dañado el camino”, afirma Verdugo.
El llamado es claro: aplicar los siete principios de “No Dejar Rastro” es un acto de responsabilidad y amor por la naturaleza. Cada acción cuenta y puede marcar la diferencia para preservar lugares tan espectaculares como el Cerro El Plomo. Como concluye Vidal, “Proteger la montaña es proteger nuestro futuro”.
7 principios para dejar una huella mínima en la naturaleza
- Planifica y prepárate bien:Asegúrate de estar listo para enfrentar cualquier situación, como cambios bruscos de clima o emergencias inesperadas.
- Viaja y acampa en terrenos adecuados:Busca lugares ya establecidos para descansar. Evita modificar el entorno natural; lo mejor es adaptarte a lo que encuentres.
- Maneja tus desechos correctamente:Haz tus necesidades en agujeros de 15 a 20 cm de profundidad, lejos de fuentes de agua, campamentos y senderos. Tapa y disimula el agujero al terminar, y lleva contigo todo residuo, incluido el papel higiénico.
- Deja todo como lo encontraste:No alteres el ecosistema llevándote piedras, plantas u otros elementos naturales. Lo que pertenece al lugar, déjalo ahí.
- Minimiza el impacto de las fogatas:Opta por alternativas como cocinillas portátiles para preparar alimentos. Usa linternas o velas pequeñas para iluminar en lugar de fogones grandes, que pueden causar daños permanentes.
- Respeta a la fauna:Evita alimentar a los animales, ya que esto puede afectar su salud, alterar sus comportamientos y ponerlos en riesgo frente a depredadores.
- Sé respetuoso con otros visitantes: Da espacio a quienes comparten el entorno. Toma descansos y monta tu campamento en lugares alejados de los senderos principales para no interrumpir la experiencia de otros.