Los scooters han ganado popularidad en Chile como una alternativa de transporte rápida y sostenible. Su tamaño compacto y facilidad de uso los convierten en una opción ideal para movilizarse en ciudades con alto tráfico. Sin embargo, su uso no está exento de polémicas y regulaciones, por lo que es fundamental conocer las normas para evitar sanciones y accidentes.

En Chile, los scooters eléctricos están regulados por la Ley de Convivencia Vial, que establece por dónde pueden circular y qué medidas de seguridad deben cumplir. Según la normativa, estos vehículos no pueden transitar por la vereda, ya que representan un riesgo para los peatones. Su circulación debe hacerse por ciclovías o, en su ausencia, por la calzada en calles con un límite de velocidad de hasta 25 km/h.

El uso de casco es obligatorio para los conductores de scooters eléctricos, al igual que el uso de luces y elementos reflectantes en horarios de poca visibilidad. Además, está prohibido llevar pasajeros, ya que estos vehículos están diseñados para una sola persona. Cumplir con estas normas no solo evita multas, sino que también reduce el riesgo de accidentes graves.

Otro aspecto importante es la velocidad máxima permitida. Los scooters no pueden superar los 25 km/h, según lo estipulado por la ley. Esto busca garantizar una circulación segura, especialmente en ciclovías donde comparten espacio con bicicletas y otros vehículos de movilidad personal.

En cuanto al estacionamiento, estos vehículos no deben obstaculizar el paso de peatones ni el acceso a edificios o paraderos de transporte público. Muchas comunas han implementado zonas de estacionamiento exclusivas para scooters eléctricos, facilitando su uso sin afectar la movilidad urbana.

En esta línea, las empresas de arriendo de scooters han tenido que adaptarse a estas normativas, estableciendo áreas permitidas de circulación y obligando a los usuarios a cumplir las reglas de tránsito. Además, algunas compañías han implementado seguros para los conductores en caso de accidentes o daños materiales.

En materia de fiscalización, Carabineros y las municipalidades pueden aplicar multas a quienes no cumplan con las normas. Circular sin casco, transitar por la vereda o exceder la velocidad permitida son infracciones que pueden ser sancionadas con montos variables, dependiendo de la gravedad del incumplimiento.

El crecimiento del uso de scooters eléctricos ha llevado a un debate sobre la infraestructura urbana. La falta de ciclovías en algunas zonas obliga a los conductores a compartir espacio con automóviles, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Por ello, algunas ciudades han comenzado a expandir su red de ciclovías para mejorar la seguridad de estos vehículos.

Antes de adquirir un scooter, es recomendable verificar que cumpla con las especificaciones permitidas por la ley. Modelos con velocidades superiores a los 25 km/h pueden estar sujetos a restricciones adicionales, e incluso pueden requerir patente o licencia de conducir si su potencia es muy elevada.

Otro punto a considerar es la durabilidad y autonomía de la batería. La mayoría de los scooters eléctricos ofrecen entre 15 y 40 kilómetros por carga, dependiendo del modelo y uso. Esto es clave para quienes planean utilizarlos diariamente como medio de transporte principal.

También es importante revisar el sistema de frenos y la estabilidad del vehículo. Los modelos con frenos de disco suelen ofrecer mayor seguridad en frenadas bruscas, evitando derrapes y posibles caídas. La suspensión también juega un rol clave al transitar por calles con irregularidades.

Los scooters eléctricos han cambiado la forma de moverse en las ciudades, ofreciendo una alternativa eficiente y ecológica. Sin embargo, es fundamental conocer y respetar las normas de tránsito para garantizar una convivencia segura con peatones, ciclistas y automovilistas.

 

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