- El abogado de la Universidad Diego Portales y LLM en la Universidad de Northwestern (Estados Unidos), explica la perspectiva internacional que existe en cuanto a políticas públicas de desalación y reutilización de aguas para la sostenibilidad del recurso.
- Rudloff será parte del próximo Congreso ACADES “Nuevas fuentes de agua para Chile” y se presentará el miércoles 20 de marzo en el panel “Financiamiento y Bancabilidad de Proyectos”, junto a otros destacados expositores internacionales.
Christian Rudloff es chileno, abogado de la Universidad Diego Portales que emigró a Estados Unidos para especializarse en la Universidad de Northwestern, con un LLM/K en Business Law. Cuenta con más de 25 años de experiencia en EEUU, América Latina y África, donde ha representado a diversos inversionistas en proyectos de energía, petróleo, industria minera, entre otros. En Chile, representó a un consorcio para el financiamiento de una planta desaladora y sistema de suministro de agua que se ubicará en el norte del país.
¿Cómo analizan el desarrollo de la industria de desalación en Chile? ¿Cuáles son los principales éxitos y complejidades que enfrenta?
Desde la perspectiva internacional, existe un gran interés en el desarrollo de la industria de desalación en Chile, la que ha adquirido un mayor dinamismo en los últimos años. La desalación es una industria muy probada a nivel internacional (especialmente en el medio oriente) y ante la innegable escasez hídrica que sufren ciertos sectores en Chile, el mayor desarrollo de esta tecnología ayudaría no solo a satisfacer las necesidades de agua potable de la población, sino que también a fomentar el desarrollo de distintas industrias, tales como la minería, agricultura y el hidrógeno verde.
En materia de éxitos, cabe destacar que varios proyectos de gran envergadura han podido conseguir financiamiento internacional en los cuales han participado un número importante de instituciones financieras internacionales, lo que da cuenta del interés (y compromiso) de la comunidad financiera internacional con el desarrollo y financiamiento de este tipo de proyectos en Chile.
En cuanto a los desafíos, además de los temas técnicos, comerciales y legales (que son inherentes al desarrollo de proyectos complejos e intensivos de capital, como los proyectos de desalación), destacaría de manera especial los desafíos en materia de permisos y servidumbres o derechos de paso. Estos dos temas han sido fuente reiterada de retrasos en el desarrollo de múltiples proyectos de variada índole que en casos extremos ha llevado a la cancelación de estos. En este sentido, todas las medidas que se puedan tomar a nivel regulatorio para uniformar y/o hacer más eficiente la tramitación de los distintos permisos que requieren este tipo de proyectos, tendrá un directo impacto en el desarrollo de esta y otras industrias en Chile.
¿Cómo está funcionando el financiamiento de este tipo de proyectos? ¿De qué manera se puede mejorar?
Varios de estos proyectos (especialmente los más complejos e intensivos de capital) se están financiando en el mercado internacional bajo la estructura de financiamiento de proyectos sin recurso o recurso limitado (non-recourse or limited recourse project finance en inglés). Este tipo de financiamientos se ha utilizado con gran éxito en Chile para el desarrollo de distintos tipos de proyectos, especialmente proyectos de energía. En la medida que el desarrollo de dichos proyectos sea bien estructurado, los desarrolladores de los mismos podrían obtener financiamientos con un capital propio relativamente bajo (usualmente entre un 20% y 40% del costo del proyecto, dependiendo de las particularidades del mismo) garantizados con los activos del proyecto y sin tener que requerir garantías corporativas adicionales por parte de los desarrolladores.
Hasta el momento, el financiamiento internacional de proyectos de desalación en Chile ha estado principalmente limitado a proyectos vinculados a la industria minera. La razón de ello obedece principalmente a dos factores: por una parte, el agua es un insumo fundamental para las empresas mineras y éstas tienen la capacidad financiera para solventar el mayor costo que implica el suministro a través de la desalación, y por otra, los contratos de suministro de agua que se han estructurado con esas empresas se han hecho de manera tal que se ha permitido resguardar la “bancabilidad” de dichos contratos, que en principio es la única fuente de repago de dichos financiamientos.
En cuanto a otros proyectos de desalación “multiuso” (esto es, aquellos que tendrían un mayor universo de usuarios, como comunidades urbanas o rurales, la agricultura, el hidrogeno verde u otro tipo de industrias, incluyendo la minera), se requiere un mayor nivel de creatividad para salvar los desafíos antes mencionados, esto es, su mayor costo (tema especialmente sensible para las comunidades) y la estructuración de contratos de suministro de agua “bancables”.
Dependiendo de cómo se pretenda resolver esos desafíos, la estructuración de dichos proyectos (y sus financiamientos) se debiera realizar de distintas maneras. Por ejemplo, si el perfil de un proyecto está pensado en cierto(s) consumidor(es) “ancla(s)” (esto es, cliente(s) que tiene(n) solidez financiera y que sería(n) responsables del pago de la mayor parte de los flujos necesarios para repagar el financiamiento) entonces la estructura de esos proyectos y su respectivo financiamiento podría ser más cercana a lo que se ha observado hasta ahora para los financiamientos de proyectos de desalación vinculados a la industria minera. Por el contrario, si un proyecto tiene una gran diversidad de usuarios finales y existe incertidumbre acerca de la solidez financiera de los mismos, entonces será fundamental tomar medidas adicionales para resguardar la “bancabilidad” de dichos proyectos y sus contratos de suministros de agua a fin de salvaguardar la certeza que los financistas necesitan sobre los mecanismos de repago de la deuda. En otras palabras, para este segundo grupo de proyectos, será fundamental generar estructuras que den certeza que habrá un flujo o soporte suficiente para que los financistas puedan repagarse.
Además de los desafíos vinculados a los contratos de suministros de agua, otro tema fundamental en la estructuración de este tipo de proyectos para su financiamiento será tener debidamente controlado los costos de construcción del proyecto. El típico mecanismo de control de dichos costos es mediante la suscripción de contratos de construcción (conocidos como “Contratos de EPC” (ingeniería, suministro de equipos y construcción, por sus siglas en inglés)) bajo la modalidad llave en mano. Dichos contratos son rigurosamente auditados por los financistas y sus asesores técnicos, legales y de seguros. En este sentido, es altamente recomendable que los desarrolladores de este tipo de proyectos busquen oportunamente las asesorías necesarias a fin de resguardar la bancabilidad de dichos “Contratos de EPC” y así evitar demoras innecesarias y/o sobrecostos para dichos proyectos una vez que los mismos sean revisados por los financistas y sus asesores externos.
¿Cuál cree que debería ser el rol del Estado en el desarrollo de este tipo de proyectos?
El Estado y sus distintas instituciones cumplen un rol fundamental en materia regulatoria y de certeza jurídica. Encontrar un balance adecuado entre la rigurosidad normativa, la realización de estudios ambientales y consultas ciudadanas, con un proceso que sea eficiente (donde se evite la duplicidad de tareas) y que otorgue la referida certeza jurídica sería de gran utilidad para acelerar el desarrollo de la industria de desalación en Chile.
El Congreso ACADES 2024 se desarrollará los días 20 y 21 de marzo en el Hotel Mandarín Oriental de Santiago (Las Condes), y reunirá a ejecutivos, profesionales, técnicos, empresarios, emprendedores y líderes sociales y de opinión, donde compartirán sus conocimientos y experiencias a fin de analizar todas las alternativas que cuenta el país para incorporar nuevas fuentes de agua.
Equipo Prensa
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