Lo fundamental radica en definir los objetivos y alcance del proyecto, así como establecer metas verificables. Además, debe considerarse la inclusión de contingencias en términos de costo y plazos; la planificación de la ejecución, involucrar al equipo en la planificación y mantener una comunicación constante para difundir información relevante.
Tener los conocimientos necesarios y contar con destrezas y habilidades personales y técnicas orientados al logro de resultados y agregación de valor al negocio, son elementos fundamentales en la gestión moderna de proyectos, para un adecuado desarrollo de proyectos.
En la industria minera, esto no es la excepción. Para conocer el estado de un determinado proyecto, es necesario mirarlo periódicamente. “Los proyectos requieren ser monitoreados, porque en sí mismo son un negocio, que tiene un inicio y fin bien determinado. Desde ese punto de vista, es relevante ir colocando el termómetro para saber cómo va el desarrollo del proyecto”, señaló Cristián Guíñez, director académico de diplomado en Proyectos y Minería del futuro que dicta la unidad de Educación Ejecutiva (UEjecutivos) de la FEN U. de Chile, en el marco del webinar El futuro es hoy en la minería, realizado el 17 de abril.
En este aspecto, aseguró que se debe utilizar el monitoreo como una herramienta de gestión, no de control. “Para mejorar, es preciso medir. También destacó: “No se intoxiquen con indicadores. Utilicen pocos, pero buenos”.
Una particularidad de los proyectos es que se torna difícil que comiencen y terminen de la misma forma al plan de trabajo inicialmente trazado y el presupuesto establecido. Guíñez explicó que en sí mismo, no es malo que se aumente o disminuya cualquiera de estas dos variables. El problema surge cuando no hay control.
“Es distinto si alguien me pregunta cómo va tu contrato en cuanto a atraso, tu proyecto en cuanto a atraso, que yo diga llevo cuatro semanas de atraso, a que indique no sé cuánto atraso llevamos”, ejemplificó. Por ello, añadió que entendiendo que siempre habrá riesgos involucrados que pueden afectar un proyecto es necesario tener claro cómo se gestionarán, para tenerlos controlados.
Otro elemento a considerar es que los líderes de proyectos son responsables de comunicar lo relacionado al proyecto a los involucrados y que se traspase al resto de las áreas. “Si todos estamos vinculados al mismo proyecto y tenemos motivaciones distintas o comprensión diferente de lo que estamos embarcados, significa que hay un problema serio y, normalmente, es un problema de comunicación. A quién le corresponde que haya una buena comunicación es al líder el proyecto”, sostuvo.
Añadió que “cuando las personas sabemos para dónde vamos es más fácil que la gente se suba (al carro), porque sabe cómo puede aportar. Por ello, deben transformarse en líderes inspiradores para sus equipos, de manera tal que a través de ustedes fluya la información al resto del equipo de proyectos”.
Guiñez centró las claves para la administración de proyectos en cinco aspectos: Definición del alcance y metas verificables del proyecto, inclusión de contingencias en el costo y plazo del proyecto, planificación de la ejecución del proyecto, entusiasmar al equipo y hacerlo partícipe en la planificación del proyecto y procurar permanentemente difundir toda la información pertinente del proyecto a todos quienes deban conocerla.
Equipo Prensa
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