Las pérdidas por fraude en pagos en línea alcanzarán los 91.000 millones de dólares para 2028.
La exposición constante a fraudes genera desconfianza y afecta la estabilidad del ecosistema de pagos digitales.
Bogotá, 02 de abril de 2025.- La cantidad y gravedad de los ciberataques a nivel global están en aumento, afectando de forma crítica a las instituciones financieras, donde la confianza del cliente es clave. A pesar de que este sector y sus usuarios han sido víctimas frecuentes de fraudes, la inversión en ciberseguridad sigue siendo insuficiente, exponiendo a las empresas a pérdidas económicas y daños reputacionales significativos.
ViaCarte, empresa de tecnología de pagos, advierte que las consecuencias de una violación de seguridad en el ecosistema de pagos pueden ir más allá del impacto financiero. Según IBM, el costo promedio de una brecha de datos asciende a 4,88 millones de dólares. Además, Juniper Research estima que, para 2028, las pérdidas por fraude en pagos en línea alcanzarán los 91.000 millones de dólares.
“La sofisticación de los ciberdelincuentes está superando las defensas tradicionales de las instituciones financieras. La infraestructura heredada y la falta de capacidades de procesamiento en tiempo real dificultan la implementación de soluciones efectivas para prevenir fraudes, lo que deja a las empresas en un estado de vulnerabilidad constante”, señaló Eleuren Méndez, Jefe de Cumplimiento de Riesgos y Director Regulatorio de ViaCarte.
Los principales costos asociados a la falta de ciberseguridad incluyen:
- Pérdidas financieras directas: los delitos cibernéticos en el ecosistema de pagos no solo afectan a las instituciones financieras, sino también a comerciantes y clientes, generando pérdidas económicas significativas y poniendo en riesgo la estabilidad operativa de las empresas.
- Demandas colectivas: si una brecha de seguridad provoca pérdidas a los clientes y se determina que la empresa no protegió adecuadamente los datos, podrían surgir demandas colectivas y el costo de defender y resolver estas demandas puede alcanzar fácilmente decenas de millones de dólares.
- Pérdida de reputación y propiedad intelectual: las filtraciones de datos pueden dañar la reputación de una empresa, afectar el valor de sus acciones y su competitividad en el mercado. Tras un ataque cibernético, es común ver despidos en la alta dirección y promesas públicas de mejoras en seguridad, sin embargo, las empresas y las víctimas enfrentan las consecuencias de la pérdida de reputación y propiedad intelectual durante años.
- Daño psicológico: las víctimas de fraudes cibernéticos pueden sufrir traumas emocionales, acoso en línea y abuso psicológico. La exposición de datos confidenciales puede desencadenar amenazas, calumnias y acoso persistente, afectando la salud mental de las víctimas.
- Fatiga de incumplimiento: la exposición repetida a ciberataques puede hacer que los consumidores se vuelvan indiferentes y más vulnerables a futuros ataques. Esta “fatiga de violación” crea un círculo vicioso donde las personas bajan la guardia, aumentando el riesgo de ser víctimas de fraudes.
En la industria de pagos las instituciones financieras deben proteger a los titulares de tarjetas a través de un enfoque proactivo que monitoree continuamente la dark web y notifique de violaciones en caso de que un activo digital confidencial se vea comprometido. Según PYMNTS Intelligence, el 25% de los ejecutivos de instituciones con activos superiores a 500.000 millones de dólares consideran que la complejidad del fraude es una barrera clave para garantizar la seguridad de los datos.
“Cuando la ciberseguridad es deficiente, los consumidores son quienes terminan pagando el precio más alto. Aunque el acceso a los pagos digitales impulsa la inclusión financiera y el crecimiento económico, el temor a ser estafados puede debilitar la confianza en estas plataformas y en el sistema en general. Garantizar transacciones seguras requiere reforzar tanto la protección como la educación en ciberseguridad, lo que exige una respuesta coordinada de todos los actores del ecosistema financiero: bancos, proveedores de pagos, aseguradoras y comerciantes, para identificar y prevenir las diversas estafas cibernéticas”, concluyó Eleuren Méndez, Jefe de Cumplimiento de Riesgos y Director Regulatorio de ViaCarte.
Una respuesta proactiva
Frente a este entorno de crecientes amenazas cibernéticas, ViaCarte, en colaboración con Digimune, desarrolló Identicate para hacer frente a las limitaciones de las defensas tradicionales contra el fraude, que resultan insuficientes ante un panorama de ciberdelincuencia cada vez más sofisticado. Esta solución combina monitoreo en tiempo real y alertas inmediatas para detectar actividades sospechosas antes de que el fraude se materialice, ofreciendo una protección más proactiva para las transacciones digitales.
“Con el aumento de la ciberdelincuencia, el sector de servicios financieros es el objetivo más frecuente debido al rápido crecimiento del comercio y la banca digital, especialmente después de la pandemia. Por ello, es fundamental que las principales organizaciones de servicios financieros, como ViaCarte, integren de manera proactiva medidas de monitoreo, prevención y recuperación ante el cibercrimen. Nos enorgullece que nuestras soluciones integrales formen parte de la oferta consolidada de soluciones de ViaCarte hacia el futuro”, señaló Simon Campbell-Young, Director de Digimune.
Identicate también aborda una dificultad común para los consumidores que enfrentan fraudes con tarjetas de débito, ya que en muchos países se les exige regresar físicamente al país emisor para resolver disputas. La solución está diseñada para eliminar estos obstáculos mediante un monitoreo continuo y una respuesta automatizada que garantiza la protección de las transacciones a nivel global.
La colaboración entre ViaCarte, Digimune, Norton y Lloyd’s Bank refuerza la importancia de un enfoque integral para proteger el ecosistema de pagos digitales. La implementación de soluciones avanzadas como Identicate refleja la necesidad de que todos los actores del sector financiero trabajen de manera coordinada para enfrentar el creciente riesgo del fraude cibernético.
Acerca de ViaCarte:
ViaCarte es una compañía de medios de pago de clase mundial con licencia para emitir Visa y Mastercard. Con altos límites de tarjetas, tecnología de tarjetas híbridas, ciberseguridad principal en la industria y amplios beneficios de lealtad, ViaCarte redefine la experiencia de pagos. La compañía ofrece tarjetas de marca blanca, billeteras y programas de beneficios, permitiendo a las empresas personalizar sus herramientas financieras para que coincidan con la identidad de su marca. Al admitir pagos en más de 135 monedas y 111 países, ViaCarte ofrece una experiencia financiera intuitiva, segura y sin interrupciones a través de su integración avanzada de API, interfaces web e infraestructura de última generación. Durante más de 15 años, ViaCarte ha superado los límites de la tecnología financiera, asegurando que cada transacción sea rápida, confiable y construida para el futuro.
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