La versión del Cyber Monday de este año demostró ser un éxito rotundo. Según cifras de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), se realizaron más de 5 millones de transacciones, registrando ventas por US$433 millones, superando los US$400 millones de expectativa que tenían los organizadores del evento, y logrando un 51% más de transacciones en comparación con el evento del 2020.
En términos de ventas, el evento reveló una serie de tareas y desafíos en materia de operatividad en las plataformas. Es por esto que, por ejemplo, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ha recibido más de 500 reclamos durante la realización del Cyber Monday, relacionados principalmente a problemas al finalizar una transacción, donde al momento de pagar, no reflejaban los descuentos indicados.
Si bien dicha cifra es menor en comparación a las 5 millones de transacciones reportadas por el CCS, es un indicador que el comercio debe atender y mejorar, sobre todo por los usuarios que a la fecha han estado a la altura, permitiendo a la industria una rápida recuperación en tiempos difíciles producto del Covid-19 y las restricciones sanitarias, que han llevado al mercado digital a un alza constante.
De hecho, de acuerdo a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, 9 de cada 10 chilenos tiene una tarjeta de crédito o débito, un hecho que si lo vinculamos al uso de plataformas de pago digital que requieren estas tarjetas- existe una importante correlación entre la participación de los chilenos que depositan su confianza en metodologías de pago bancarios de manera digital.
En este sentido, es un hecho que el mercado digital llegó para quedarse. Así lo demuestran cifras entregadas por la CCS, con un crecimiento del 55% del comercio a distancia en comparación al 2019, proyectando además que para el 2022, el 20% de las compras del comercio serán online, proporción que se asemeja a otros mercados como al de Estados Unidos.
Esto plantea un desafío no menor para el comercio como es reforzar la experiencia de los usuarios con mejoras en los tiempos de entrega según lo ofertado, e incorporar una mayor cantidad de opciones de medios de pago no tradicionales.
Las billeteras digitales serían un claro ejemplo, puesto que, son innovadoras alternativas que ofrecen un mayor grado de transparencia, como también, mejoran la conversión dado que simplifican los procesos de pago al automatizarlos y fomentan la seguridad de los datos financieros, principalmente debido a que, no se necesita estar ingresando con reiterancia los números de tarjetas ni antecedentes bancarios sensibles de los usuarios. De hecho, facilitan la actividad de realizar transacciones con sólo ingresar los datos de las tarjetas una vez en estos seguros monederos digitales, eliminando constantes riesgos que generan brechas o exposición y filtraciones de datos en compras por ecommerce.
Equipo Prensa
Portal Innova