Por Xania Pantoja, Cofundadora de ZeroQ.
Terminando noviembre, mes de las emprendedoras, quiero celebrar el crecimiento inspirador que hemos visto en el ecosistema emprendedor. Después de más de diez años desde que comencé mi propia aventura empresarial, cuando aún era estudiante universitaria, puedo afirmar que los tiempos han cambiado notablemente. Recuerdo que en aquel entonces encontrar otras mujeres emprendedoras no era fácil, y aunque siempre han existido barreras, la verdadera dificultad estaba en la falta de modelos a seguir con quienes pudieras compartir experiencias, aprender y crecer.
Hoy, esa realidad ha evolucionado. La visibilidad que se ha otorgado a las mujeres que lideran negocios es clave para inspirar a las nuevas generaciones. Organizaciones como Endeavor, Mujeres Empresarias, y los medios de comunicación juegan un papel fundamental al amplificar estas historias de éxito. Es importante recordar que estas historias no solo hablan de mujeres, sino de talentos diversos que están cambiando el panorama empresarial.
Cada vez más mujeres se atreven a emprender, a innovar y a liderar, demostrando que no hay límites cuando se trata de talento y visión. Según una encuesta reciente, los emprendimientos liderados por mujeres en Chile han crecido un 35% en los últimos tres años. Esto no es casualidad, sino una señal de que estamos comprendiendo el valor de la diversidad, y que el futuro de nuestras empresas y sociedades será más brillante si creamos espacios donde todas las voces y talentos puedan florecer.
La riqueza de perspectivas es un motor indiscutible para la innovación. Las soluciones más transformadoras suelen surgir cuando diferentes experiencias y conocimientos convergen hacia un objetivo común. Y en un mundo donde a menudo se nos exige ser excepcionales, es esencial desarrollar habilidades como la resiliencia, la adaptabilidad y la comunicación efectiva.
A aquellas que ya han recorrido parte del camino, les extiendo una invitación: compartan sus historias, sirvan de ejemplo y mentoría para quienes vienen detrás. Y a quienes sienten ese llamado a emprender, las animo a que den el primer paso con valentía. El mundo necesita más que nunca esa creatividad, esa pasión y esa visión que ustedes tienen para ofrecer.
Al final del día, el emprendimiento no es solo un acto individual, sino un esfuerzo colectivo para construir un futuro más inclusivo y equitativo. Un futuro donde todos los talentos, sin importar género o circunstancias, tengan la oportunidad de brillar. Y en esa construcción, todos tenemos un papel que jugar.
Equipo Prensa
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