Raimundo Bafalluy, Head of Marketing SCM Latam
Conseguir la disminución de los costos operacionales del negocio es, claramente, una de las metas más relevantes de todas las empresas. Y es en esta misión donde la tecnología se convierte en un aliado indispensable, ya que entrega a las organizaciones la posibilidad de marcar una diferencia en su operación habitual e implementar cambios y mejoras sustanciales, o al menos es lo que se espera de ella.
En lo inmediato, los datos demuestran que sí, que la tecnología tiene un impacto real y significativo en las organizaciones. Sin embargo, no hay que aplicar tecnología solo por hacerlo, debe tener un objetivo y debe estar acompañada de una correcta gestión del cambio.
El control de asistencia, por ejemplo, es un caso claro de ello. Se trata de una herramienta que todas las organizaciones deben aplicar cuando sus colaboradores trabajan por horas. No es una opción, sino que un requerimiento legal en cada país. En ese contexto, el cómo lo implementan y qué tecnología se decide ocupar representa la real diferencia. Porque, justamente, esa diferencia radicará en que si se hace para cumplir con la regulación local o si se busca convertir la solución en una ventaja competitiva para la gestión de la compañía.
Y aquí es donde la tecnología y el equipo que acompaña su implementación marca la distinción, ya que la ventaja competitiva no se consigue con una plataforma que simplemente reemplace a un software o al libro de asistencia. Esta debe apoyarse en un equipo experto y en un sistema robusto y parametrizable, capaz de ajustarse tanto a la realidad como a los desafíos de cada empresa.
La base de esta problemática es alcanzar un correcto conteo de las horas trabajadas y automatizar acciones manuales para que los supervisores dediquen su tiempo a tareas que generen valor al negocio. Desde ahí se puede determinar la dotación óptima que cubre de mejor manera la demanda, automatizar la planificación de turnos y, a su vez, que el sistema funcione integrado con otras soluciones de la compañía. Es decir, una solución unificada de gestión de fuerza laboral que también tenga la posibilidad de aumentar la flexibilidad de los colaboradores.
Actualmente, cuando el recurso humano, especialmente el referido al tiempo de los trabajadores, es más costoso cada día, resulta prioritario aumentar la productividad laboral en las organizaciones y operar con la cantidad óptima de personas para cubrir de mejor manera la demanda, ya sea productiva o de atención. La base de esta pirámide es lograr un correcto conteo de las horas trabajadas, junto con automatizar la planificación de turnos y de las tareas administrativas. Todo, apoyado en un sistema robusto y un equipo que proponga de manera proactiva en base a datos.
En concreto, una correcta implementación de un sistema de control de asistencia, apoyada por un equipo experto, puede generar ahorros entre el 3% y 10% del costo de nómina, logrando además disminuir hasta en 81% el tiempo que las jefaturas dedican a tareas administrativas que se pueden automatizar
Equipo Prensa
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