El proyecto de ley ingresado a la Cámara de Diputados el año pasado que establece el derecho a la portabilidad eléctrica en Chile, a través de una reforma al sistema de distribución, se encuentra en pausa, y son muchos los interrogantes y aspectos técnicos a resolver, con la necesidad de establecer reglas claras y transparentes para todos los agentes involucrados. A pesar de esto, el sector eléctrico chileno ya se prepara para afrontar un proceso de transformación que busca abrirse a la competencia, con la introducción de la figura del comercializador eléctrico.
El comercializador permitirá a los hogares y pequeñas industrias elegir a su suministrador de energía a menores precios con un mejor servicio, optar por fuentes renovables, y disponer la venta cruzada de otros productos y servicios. La competencia en este segmento busca ser compatible con la política de descarbonización, para avanzar a una matriz energética cada vez más limpia.
Por otro lado, el foco estará puesto en un consumidor exigente, informado y proactivo, con altas expectativas. La generación distribuida, la movilidad eléctrica, así como sistemas inteligentes que optimicen los recursos energéticos en los hogares, son algunos de los factores que impulsarán el empoderamiento del consumidor en escala, por una demanda energética integral, respetuosa con el medioambiente y más ahorros.
En la actualidad, son varias las compañías de la industria de la energía en Chile que actúan en diferentes puntos de la cadena de valor mostrando su intención de participar de este nuevo contexto de mercado que se avecina. Entre ellas, existen las que están más acostumbradas a la competencia, como las generadoras y petroleras, y otras que parten de su experiencia comercial en un mercado con usuarios cautivos, como lo es el de la distribución eléctrica. Pero todas debieran esperar que, tarde o temprano, el cambio sea radical en el mercado minorista, teniendo ciertos retos comunes.
Se cuenta con experiencias en liberalización de mercados eléctricos en otras geografías, como aquellas de finales de la década de los 90 en Europa, que permitirá tomar como referencia modelos de implementación y lecciones aprendidas. Sin embargo, estamos ante un escenario diferente, con un consumidor habituado a entornos digitales. En este sentido, no podemos dejar de proyectar la aparición de actores independientes que nacerán como verdaderas empresas digitales, bajo modelos de negocio disruptivos con una profunda digitalización de sus procesos, siendo la tecnología su habilitador primario adoptada al interior de toda la organización, lo que le dará una velocidad de acción y respuesta formidable, y al mismo tiempo una alta eficiencia, capitalizando las preferencias y confianza de los consumidores.
Las compañías incumbentes con modelos tradicionales se enfrentan a un gran desafío que supone la entrada de nuevos jugadores, e independientemente de las definiciones pendientes en materia de regulación y normativa, necesitan prepararse tempranamente para no quedar rezagadas. Esto implica una importante reflexión estratégica, donde se pueden destacar al menos dos aspectos. En primer lugar, la definición de un modelo operativo aspiracional apalancado en el entorno sectorial, tecnológico y de mercado, centrado en redefinir los procesos y los recursos con un claro enfoque digital y de estrategia del dato. Y por otro lado, la definición de una hoja de ruta de transformación analizando la capacidad de integración de los negocios y los habilitadores digitales, que permita a la compañía ir integrando tecnologías en su operativa de negocio, y a su vez transformando la cultura corporativa y el mindset en el management.
Por ahora, la iniciativa de la portabilidad eléctrica se desenvuelve en un ambiente de mucha incertidumbre. La transición hacia un mercado liberalizado se estima que sea un camino largo y gradual. Durante el tiempo que dure este proceso las compañías deben ganar la confianza del consumidor, basado en las experiencias similares de otros países, y en una estrategia digital, que les permita apalancar nuevos modelos de negocio, y rentabilizar la comercialización de otros servicios y productos energéticos.
Nicolás Madaffere
Director Utilities everis Chile – NTT DATA
Equipo Prensa
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