Matías Rodríguez Analista de Delex
La Comisión de Hacienda del Senado validó la eliminación del IVA de un 19% a las importaciones valorizadas en menos de US$41. Este avance en uno de los puntos centrales del Proyecto de Cumplimiento Tributario abre, sin duda, un escenario desafiante para los actores del mercado y, en particular, para los consumidores chilenos, cada vez más habituados a realizar compras electrónicas, muchas de ellas en el extranjero.
La iniciativa implica que toda transacción de e-commerce de hasta US$41 pagará impuestos, avanzándose de este modo en el objetivo del Ministerio de Hacienda de enfrentar la evasión tributaria y aumentar la recaudación fiscal.
Como agentes del mercado desde hace 14 años, estamos ciertos de que el tema es de alto interés para los ciudadanos, entusiastas usuarios del comercio electrónico a partir de la pandemia de Covid-19. Las importaciones por compras en el exterior menores al monto ya indicado aumentaron desde 500 mil paquetes a 2,5 millones en 2020; y 20 millones durante el año pasado, fenómeno donde más de 14 millones correspondieron a compras menores a US$41.
El principal producto que los chilenos adquieren a través del comercio electrónico es vestuario. Los artículos electrónicos, algunos sólo adquiribles en el extranjero, son objeto de un interés constante. Nuestra experiencia corporativa nos permite afirmar, además, que las industrias se abastecen de productos específicos vía courier, con un evidente aporte al desarrollo del país.
Los consumidores nacionales están comprando en numerosos sitios web internacionales, aprovechando ofertas atractivas y variadas, con un despacho rápido que, muchas veces, no supera los 10 días. Las nuevas disposiciones tributarias seguramente tendrán un impacto inicial en estas prácticas, ya que la exención actual a las importaciones de compras menores genera una intensa competencia entre el mercado local y el exterior.
Un aspecto relevante es la interrogante logística que se abre en términos de quién se hará cargo de recaudar los impuestos de estas compras menores cuando ingresen al país. En la actualidad, hay un ingreso constante de carga, particularmente a través del aeropuerto internacional de Santiago, donde estas importaciones, sin carácter comercial, pasan el control de aduanas y no pagan impuestos, siendo liberadas y recepcionadas por su destinatario final.
Las autoridades han planteado que existe la tecnología para controlar adecuadamente el pago del IVA. Es importante que este aspecto se zanje de manera oportuna y cuidadosa. La liberación de cada paquete podría transformarse en un problema complejo si no se aborda con realismo la operatividad de las disposiciones en tramitación. Sería conveniente entonces que la recaudación o pago del IVA tenga lugar al comprar online en el exterior, lo cual contribuiría a que el sistema sea expedito.
Se ha argumentado que esta iniciativa combatirá la informalidad, ya que muchas personas realizarían compras menores a US$41 para comercializar los productos adquiridos con incentivo tributario. Nuestra experiencia indica que los vendedores informales se abastecen de despachos ingresados por contenedores, no mediante compras parceladas. No obstante, equiparar las condiciones tributarias del comercio local y las transacciones que se hacen en el exterior puede, sin duda, ser una iniciativa positiva y contribuir al fortalecimiento de la economía nacional.
Equipo Prensa
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