Propuesta de estudiante universitaria permite experimentar con modelos a escala y transformar el plástico empleado para producir piezas, productos o moldes huecos, entre otras.
La joven estudiante de la carrera de Ingeniería en Fabricación y Diseño Industrial de la USM, Sofía Valdivia, ha desarrollado una innovadora rotomoldeadora simplificada de termopolímeros que ayuda a mejorar el tratamiento de los plásticos reciclados. Actualmente, la innovación se encuentra en proceso de evaluación por parte del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) para la obtención de una patente de invención.
Cabe destacar que el proceso de rotomoldeo, también conocido también como moldeo rotacional, se encarga de transformar el plástico empleado para producir piezas, productos o moldes huecos, entre otras. Dentro de sus aplicaciones se encuentra la fabricación de tanques de almacenamiento para agua u otros líquidos, contenedores, papeleras, conos de carretera, flotadores, boyas, tanques de combustible diésel, objetos de decoración interior y exterior, iluminación y productos decorativos de alta gama, entre muchas otras.
Innovación
Sofía Valdivia indicó que la idea partió “de lo complejo que es trabajar con plástico reciclado, y todo el proceso de ensayo y error que conlleva. Además las máquinas de rotomoldeo son de gran tamaño por lo que el margen de pérdida al hacer estos prototipos es significativo, especialmente para emprendimientos”
Es por ello que “esta máquina de rotomoldeo se diseñó con el propósito de poder hacer pruebas, principalmente con plásticos reciclados para poder definir en una menor escala cómo debemos tratar este material o cómo podemos mejorarlo, para que al reprocesarlo podamos realizar productos de buena calidad, con un buen comportamiento en sus propiedades físicas, dependiendo de las funciones del producto a fabricar” puntualizó.
La estudiante señaló que la idea surgió durante su práctica profesional y que “el diseño en sí fue no fue complicado de realizar, pero sí el buscar una forma donde el material fundido pudiera fluir de mejor manera por el molde. En la fabricación no hubo inconvenientes y se pudieron resolver algunos detalles del diseño sin problema en esta última etapa, gracias a la empresa metalmecánica que me prestó el soporte en la fabricación de la “rotomoldeadora de testeo”, finalizó Valdivia.
Equipo Prensa
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