El proyecto Fondef I+D busca generar un prototipo a escala a partir de los residuos de conchas de la miticultura de la isla y es una apuesta a la sostenibilidad socioambiental y un fomento a la biodiversidad marina de la región de Los Lagos.
Con una duración de 24 meses y un enfoque multidisciplinario, el proyecto Fondef I+D realizado por diversos investigadores nacionales, busca generar arrecifes artificiales a partir de conchas de mejillones de cultivo, más conocido como chorito chileno. Este biomaterial derivado de la miticultura espera ser el inicio de una proyecto que apuesta por la sostenibilidad y la conservación de los ecosistemas marinos de la región de Los Lagos.
En específico, dicha investigación está co-dirigida por el Dr. Nelson Lagos, director del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático (CiiCC) de la Universidad Santo Tomás (UST) y la Dra. Begoña Peceño de la Universidad Católica del Norte (UCN), además del apoyo del Dr. Jorge Muñoz (UST), Dr. Claudio García (USACH) y AmiChile, entre otros.
En específico, a partir de un prototipo a escala de laboratorio y preindustrial, la iniciativa tiene por objetivo evaluar el rendimiento ecológico del arrecife artificial que usará mejillones que usualmente son desechados en vertederos terrestres, permitiendo así que estos sean retornados al océano en un formato inocuo y atractivo para la vida marina.
“Esta estrategia se ha denominado solución basada en la naturaleza, ya que retornar el carbonato de las conchas al océano en forma de un arrecife, permite cerrar un ciclo natural –el ciclo de los carbonatos–, crucial tanto para la producción de nuevas conchas de carbonato en el cultivo de choritos como, por ejemplo, para amortiguar los efectos de la acidificación progresiva que está ocurriendo en los océanos debido a aumento de CO2 antropogénico”, explica el Dr. Nelson Lagos.
Comparativamente esta estrategia se diferencia en términos económicos y ambientales respecto a otras estrategias de elaboración de arrecifes convencionales creadas a base de hormigón e incluso, de chatarra de aviones, barcos y otras estructuras depositadas en los fondos marinos. “El uso del carbonato para elaborar arrecifes se enfoca en usar materiales que sabemos tienen roles y funciones en el medio natural marino. De este forma, el proyecto además de desarrollar la tecnología para estos arrecifes, está incluyendo un biomaterial que favorece la restauración del ambiente marino que esta bastante deteriorado por la actividades humanas”, agrega Lagos.
Cabe destacar que el desarrollo de este proyecto permitiría la posibilidad de diseñar una normativa sobre la construcción de los arrecifes artificiales en el país, desde la perspectiva de las soluciones basadas en la naturaleza, un principio que está explícitamente invocado en la nueva ley marco de cambio climático. Además, la investigación espera contribuir a las metas del próximo Acuerdo de Producción Limpia –convenio realizado entre el sector empresarial y organismos públicos– y ayudar al ecosistema marino beneficiando su biodiversidad.
Equipo Prensa
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