La capacidad de procesamiento de la IA generativa ya está superando a las capacidades de cómputo. Por eso, el desarrollo de equipos cuánticos, que avanza rápidamente, tendrá beneficios incalculables, por ejemplo, en el ámbito de la salud.
Santiago, 14 de febrero de 2025.- Los alcances que tiene la inteligencia artificial (IA) y su derivada generativa todavía son incalculables. El mundo entero se encuentra recién en una primera etapa de desarrollo de ambas y todos los días surgen nuevas formas de aplicarlas en distintas áreas.
Por si esto fuera poco, inmediatamente detrás viene germinando otra tecnología que promete revolucionar el planeta y que, a su vez, acelerará los ya veloces procesos de la IA. Se trata de la computación cuántica, cuya fase experimental está comenzando a dar sus primeros frutos.
En palabras simples, estamos hablando de una innovación respecto a los computadores tradicionales, que, por más rápidos que sean, solamente ejecutan procedimientos lineales. Ahora, con esta invención, se pueden realizar varios procesamientos de manera simultánea, en paralelo.
“Es como en la película ‘Hombres de Negro’, cuando había un personaje que veía todos los momentos al mismo tiempo, todas las posibilidades. Bueno, eso es más o menos lo que hace un computador basado en mecánica cuántica”, explica Jaime Castro, Hybrid Cloud Practices Manager de Coasin Logicalis. “Es capaz de avanzar en diferentes verticales simultáneamente”, complementa.
En consecuencia, esta evaluación impactará en otras, como en la propia IA, siendo un “pilar” para que esta última pueda “volar” sin límites. “La inteligencia artificial es un concepto que existe hace como 60 años, el problema es que no había tecnologías para implementarla. Hoy estamos llegando a un punto donde la capacidad de procesamiento de los modelos de IA generativa está volviendo a superar a la capacidad de cómputo”, cuenta Castro.
En cuanto la computación cuántica logre ser soporte de estas nuevas exigencias, los beneficios serán insospechados, por ejemplo, en el ámbito de la salud. “Imagínense entrenar un modelo para investigar el cáncer y que pudiésemos tener acceso a todos los exámenes que existen mundialmente. Hoy es imposible, porque nos demoraríamos muchos años, pero en un procesamiento cuántico, a lo mejor vamos a bajarlo a días”, anticipa.
“Calentando” motores
Como toda tecnología naciente, la computación cuántica todavía es de nicho. Sin embargo, como suele suceder con las innovaciones, Estados Unidos ya se ubica en la cabeza como el país que más patentes presentó en torno a esta tecnología durante el último trimestre de 2023, según un estudio de GlobalData Patent Analytics. El país norteamericano representó el 36 % del total, seguido de Japón (11%) y China (9%).
En relación a las empresas, las que lideran la clasificación son IBM, Alphabet y Microsoft, todas estadounidenses. En el cuarto y quinto puestos aparecen la británica Arqit Quantum y la japonesa Toshiba.
Los avances de estas compañías aún ni siquiera se están ocupando a nivel comercial y menos masivo. Esto, porque primero debe superarse su principal barrera técnica: el calor.
Estas máquinas funcionan con cúbits, que vendrían siendo como los bits de un computador tradicional. La diferencia es que estos últimos sólo pueden representar un único valor binario, como 0 ó 1, mientras que los primeros son de naturaleza continua y utilizan los fenómenos de superposición, para lograr una combinación lineal de dos estados.
Este proceso, para que tenga estabilidad, requiere que los equipos estén a muy baja temperatura, para evitar el sobrecalentamiento. En octubre se dio a conocer que recién un grupo de científicos de la Universidad Nacional Tsing Hua, en Taiwán, pudieron construir una computadora de escritorio que funciona a temperatura ambiente y que es capaz de codificar información en 32 intervalos de tiempo o dimensiones.
“Esto es noticia en desarrollo, porque, al igual que la inteligencia artificial, estos cambios están ocurriendo cada vez más rápido. Estabilizar algunos cúbits a temperatura ambiente permite avanzar más rápido en el desarrollo de computadores con muchos más cúbits, para poder hacer muchos más cálculos de forma simultánea”, concluye Castro.