Gustavo Norambuena, director regional para Latinoamérica de Shinka Management

¿Y ahora qué? Es una de las preguntas que muchos chilenos y chilenas se están haciendo hoy que tenemos los resultados del Plebiscito Constitucional. Porque aún cuando se realizó esta votación, como país, seguimos en un ambiente que denominamos VUCA, acrónimo en inglés que traducimos como: volátil, incierto, complejo y ambiguo.

Dicho de otro modo, lo que antes era una certeza, hoy ya no lo es, lo que nos obliga como personas y organizaciones a adaptarnos a este escenario, hacer proyecciones de más corto plazo y transformar este momento en una oportunidad de mejora.

 ¿Qué nos aterriza y permite estar tranquilos como organización? para mí hay dos respuestas claves: por un lado, tener claridad sobre nuestros valores y por el otro, el propósito personal y organizacional.

El propósito es la brújula que nos permite tener certeza que la dirección que estamos tomando es la correcta, que en un entorno VUCA nos desafía a hacerlo mejor con menos. Es decir, que nos hace replantearnos de cómo yo, como persona o empresa, soy capaz de hacer mejor las cosas con menos.

¿Y a qué apunta esta mejoría? A varias aristas, la principal es la calidad desde el origen, es decir que mi oferta cumpla con los requerimientos que tienen mis clientes. Y eso, sólo es posible cuando me relaciono y conecto con mi cliente, conozco sus inquietudes y necesidades, cuando pienso como él. No siempre nos podemos hacer cargo de la satisfacción de nuestro cliente, ya que ésta también depende de factores que no manejamos, pero sí nos debemos hacer cargo de entregar el producto o servicio dentro de los parámetros de calidad y oportunidad que acordamos con nuestro cliente (promesa de servicio).

¿Y qué significa con menos? Nos referimos a menos costos, energía – no podemos olvidar que estamos en crisis energética – desperdicios, ineficiencias y riesgos tanto para mis clientes, el medioambiente como para las personas que trabajan conmigo y finalmente con menos tiempo e información para la toma de decisiones. Bajo esa mirada, Lean Management va de la mano con este requerimiento de “menos…”, como por ejemplo con el principio de “0 accidentes” y el de “0 defectos”.

Por otro lado, es importante revisar cuáles son los focos de mis líderes, porque son ellos los responsables de que el propósito de nuestra organización se materialice en nuestro negocio.

Según nuestra experiencia, el un foco importante es la productividad, es decir, reducir las brechas de desempeño, identificar las causas de las brechas, implementar las soluciones y chequear los resultados para caminar hacia la productividad.

Un segundo foco es la sustentabilidad, es decir, asegurar la existencia de la organización en el tiempo, para ello es fundamental la búsqueda de un equilibrio entre esfuerzo y rendimiento y tener en cuenta que cuando los beneficios sean mayores a los costos, se va a generar un círculo virtuoso. Cuando hablamos de beneficios y costos, no sólo nos referimos a los financieros, sino que también a los sociales y a los medioambientales.

Y un tercer foco, quizás el más importante, es desarrollar la cultura del propósito, donde cobra un rol protagónico todas las personas con en la organización. Porque necesitamos un equipo que les haga sentido las cosas que hacen, y para eso, es importante que conozcan el propósito y que les haga sentido este propósito, así se logrará que sean autónomos, capaces de aprender y motivados.

La cultura del propósito se desarrolla Top-Down a partir de la declaración del propósito organizacional, es decir el “para qué” existe la organización, este propósito debe ser relevante a toda persona en la organización, para ello se comunica en cascada a todos los niveles organizacionales “aterrizándolo” a la realidad que cada área y persona, haciéndolo tangible a través de comportamientos de los líderes, y en toda instancia formal o informal, como por ejemplo en las reuniones de desempeño, en la determinación de los indicadores de desempeño, en la fijación de metas, en los reconocimientos, etc.

A la vez, para ello, yo también debo generar espacios para empoderar a las personas para que se hagan cargo de lo que están haciendo, sean autónomas y sientan que pueden aprender de sus errores, es decir, que no serán castigados, si es que llegasen a tomar alguna decisión que no generó los resultados esperados.

A través del Lean Management las personas, se hacen cargo tanto del qué se logra (resultado) como del cómo se hace (proceso) para llegar a esos resultados. Por eso, es tan importante generar confianza, porque todos, como seres humanos, necesitamos sentir confianza para poder progresar y avanzar, de lo contrario, es imposible.

Y en tiempos como los de hoy, donde aún estamos enfrentando inestabilidad social y política, una pandemia mundial, inflación, fluctuaciones en el mercado y una guerra en Europa, para poder seguir avanzando como organización, es clave para conseguir el éxito adaptarnos a este escenario VUCA a través de un propósito significativo y agilidad organizacional.

Para saber más sobre este modelo, visita: https://shinkamanagement.com/es/

Acerca de:  Shinka Management es una empresa global de consultoría en Lean Management, con sede en Santiago para Latinoamérica, especializada en la transferencia de conocimientos de gestión japoneses a la industria mundial. Nuestros consultores Lean apoyan a clientes de más de 60 países con programas de consultoría de Lean Management, formación en Lean Management y misiones de estudio Lean a Japón.

 

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