Empresas fintech como Retorna incorporan en su gestión plataformas tecnológicas que permiten a las personas migrantes realizar envíos de dinero a sus familias de origen de manera más rápida, económica y segura.

Las remesas internacionales aumentaron en un porcentaje del 650% entre los años 2000 y 2022, pasando de 128.000 a 831.000 millones de dólares, según cifras del Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024, elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Incluso se estima que las remesas que los más de 281 millones de migrantes envían a sus países de origen, superan en algunos casos el PIB de las economías en desarrollo.

Es evidente que las remesas son una fuente vital de ingresos para millones de familias en América Latina, África y Asia. Sin embargo, lo que ha cambiado en los últimos años es el método, incorporando cada vez más tecnología en el proceso.

Así lo explica Atilana Piñon, co fundadora y co-CEO de Retorna, startup que permite realizar envíos de dinero al extranjero de forma rápida y segura, contando con operaciones en Chile, Colombia, Perú y España como países de origen de las remesas hacia el resto de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. “Antes los envíos implicaban altos costos de comisiones, demoras y falta de acceso en áreas rurales. Todo esto ha cambiado gracias a la transformación digital impulsada por las empresas fintech, que han revolucionado el movimiento monetario a través de las fronteras”.

Y es que las fintech, empresas que combinan en su propuesta de negocios las finanzas con la tecnología, han traído grandes ventajas para los usuarios. Según datos del Banco Mundial de 2022, el costo promedio de enviar remesas a nivel global rondaba el 6.5% del total enviado, pero con la llegada de las plataformas digitales, este monto se ha reducido significativamente, permitiendo a las personas enviar dinero de manera más rápida, económica y segura.

“Las fintech aprovechan la tecnología para disminuir la cantidad de intermediarios en el proceso. Junto con reducir costos, la digitalización de las remesas mejora la accesibilidad y tiene un impacto profundo en la inclusión financiera de las comunidades más lejanas que no poseen cuentas o sucursales bancarias. Hoy en día las fintech permiten que las personas envíen o reciban dinero a través de sus teléfonos celulares, lo que promueve el uso de servicios financieros básicos que antes eran más difíciles de obtener”, comenta Atilana Piñón.

 

Expansión en Europa

En la región, un ejemplo destacado es la fintech Retorna, que este año concretó la expansión internacional de sus operaciones con la disponibilidad de realizar remesas desde Europa, siendo algunos países España, Portugal, Italia, Francia y Alemania.

La apertura de este nuevo mercado es una muestra del crecimiento que ha tenido la demanda de remesas en el mundo, y especialmente en Latinoamérica. “Diversos países de Europa tienen una gran población latina migrante que proviene de Colombia, Perú, Venezuela, Argentina y Chile, entre otros. Son hombres y mujeres que necesitan con urgencia insertarse en la economía, administrar y enviar dinero hacia sus países de origen”, argumenta Piñón.

En este sentido, el gran valor de las fintech es facilitar un proceso ya existente, pero con miles de trabas para los usuarios finales, quienes además no tenían otras opciones para elegir. Por eso, para los expertos la transformación digital aplicada a las remesas es mucho más que un cambio técnico, es una revolución económica y social.

“Cuando democratizamos el acceso a servicios financieros, como fintech nivelamos el terreno para que millones de personas que antes estaban excluidas del sistema bancario puedan ser parte, y aquellas que ya lo eran, paguen menos comisiones. Nuestro objetivo como Retorna es continuar liderando este cambio y demostrar que la tecnología es una herramienta que empodera a las comunidades a través de la educación y la inclusión financiera”, concluye la ejecutiva.

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