La crisis del agua se ha convertido en una de las mayores preocupaciones globales, y América Latina no es la excepción. En un contexto donde la sequía y el cambio climático impactan cada vez más a la región, el acceso a agua limpia y segura se perfila como un tema crucial en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Sin embargo, según la CEPAL, sólo un tercio de las metas de los ODS están en camino de cumplirse, lo que refleja una alarmante falta de acción y compromiso para abordar este desafío tan urgente.
Un reciente estudio realizado por Ecolab, titulado Watermark Study, subraya el creciente interés de la ciudadanía latinoamericana por el agua. El 90% de los encuestados considera que el acceso a agua limpia y segura debe ser una prioridad. No obstante, la percepción general es que tanto gobiernos como empresas no están haciendo lo suficiente para proteger este recurso vital. De hecho, un 42% de los participantes en el estudio cree que las medidas adoptadas por estas entidades son insuficientes. Este desencanto refleja una desconexión entre los compromisos anunciados y las acciones concretas, lo que pone en evidencia la falta de un liderazgo real en la gestión del agua.
En este contexto, los consumidores están comenzando a tomar la delantera. Más del 65% de los entrevistados afirman que dejarían de comprar productos que consideren excesivamente demandantes de agua en su producción. Este cambio en los hábitos de compra refleja una creciente conciencia sobre la importancia de reducir la huella hídrica, y presiona a las empresas a ser más transparentes y responsables.
Las empresas tienen ahora una oportunidad única para liderar el cambio. Más allá de las preocupaciones medioambientales, gestionar el agua de manera responsable puede convertirse en una ventaja competitiva. Adoptar tecnologías innovadoras, optimizar el uso del agua, y colaborar estrechamente con gobiernos y comunidades no solo contribuirá a mitigar la crisis hídrica, sino que también fortalecerá la reputación y la resiliencia de las empresas. Si las empresas logran dar este paso, no solo contribuirán al bienestar de las generaciones futuras, sino que también se posicionarán como líderes en la transición hacia un modelo de desarrollo más responsable y sostenible.
Por Luis Felipe Carrillo, vicepresidente senior de Ecolab para América Latina
Equipo Prensa
Portal Innova