Una nueva investigación de Bain & Company encontró que dos tercios de las ofertas públicas iniciales que se mantuvieron durante un período de cinco años han tenido un rendimiento inferior al de sus pares establecidos.
La magia del IPO (Initial Public Offer, por sus siglas en inglés) ha sido durante mucho tiempo “mucho ruido y pocas nueces”. El análisis de Bain & Company reveló que dos tercios de las empresas que pasaron por IPOs globales tuvieron un rendimiento inferior al de sus pares establecidos, con una utilidad total promedio anual ponderado (TSR) del 0,4%, muy inferior al 8,4% de los índices respectivos.
Según el nuevo informe, “Reversing the Winner’s Curse of the IPO”, el bajo rendimiento de las empresas después de sus ofertas públicas iniciales es un fenómeno global que se extiende mucho más allá del sector tecnológico.
El análisis de Bain & Company de todas las IPOs que se mantuvieron públicas desde 2010 hasta 2014 reveló que tuvieron un desempeño inferior en comparación con sus pares establecidos y que cotizan en bolsa, a menudo sustancialmente (más de 100 puntos porcentuales por debajo del punto de referencia). Las compañías posteriores a la salida a bolsa tuvieron un rendimiento promedio ponderado total anual para los accionistas (TSR) que fue 8 puntos porcentuales, más bajo en los cinco años posteriores a la salida a bolsa.
El desempeño fue particularmente débil en India, Indonesia, Brasil y Rusia. Solo en China y Suiza estaban a la par con sus índices. La mayoría de las 30 IPOs mundiales más grandes tuvieron un rendimiento inferior, y los sectores más débiles fueron el comercio minorista y la atención médica.
Estos hallazgos se produjeron luego de que la cantidad de empresas que cotizan en bolsa disminuyera en EE. UU., con niveles que cayeron de 8.090 en 1996 a 4.397 en 2018, según el Banco Mundial. En cambio, el dinero ha estado fluyendo hacia el capital privado, con los inversores asignando la asombrosa cantidad de $ 7,1 billones a la industria desde el inicio del ciclo económico actual en 2009. A pesar de la tendencia hacia el financiamiento en los mercados privados, las IPOs aún tienen un valor inherente para ciertas empresas.
«Las IPOs siguen siendo relevantes para las empresas que buscan recaudar capital sustancial rápidamente para cumplir con los objetivos de crecimiento, obtener credibilidad y reconocimiento», según Hubert Shen, socio de la práctica de fusiones y adquisiciones de Bain & Company y coautor del informe. «Las compañías de élite que superan el rendimiento consideran la IPOs como un comienzo y un medio para la creación de valor al largo plazo en lugar de ser el fin en sí mismo».
La investigación de Bain & Company identificó tres acciones clave que los ganadores toman:
- Tener una visión a largo plazo: las empresas ganadoras ven a la IPO como un trampolín para la creación de valor a largo plazo, al utilizar los ingresos de manera que maximicen el valor. Ya han definido la visión para el crecimiento de los ingresos, el flujo de caja y la rentabilidad, junto con un camino para lograr esos objetivos y la alineación entre los líderes principales sobre la visión.
- Sepa quiénes son los accionistas y qué quieren: muchas de las nuevas empresas públicas que superan a sus pares establecidos han descubierto cómo los inversores previos y posteriores a la IPO tienen objetivos e incentivos fundamentalmente diferentes. Los inversores de empresas privadas buscan liquidez, desean una valoración lo más alta posible y con frecuencia presionan a los ejecutivos para que cuenten una historia lo más optimista posible a fin de maximizar los ingresos en la IPO. Los inversores después de la salida a bolsa tienen otras prioridades y buscan, en particular, un escenario práctico con una combinación de crecimiento y ganancias que la empresa pueda lograr.
- Cuente la historia de su estrategia: cualquier candidato a IPO necesita capacidades técnicas para prepararse para el lanzamiento. Pero las empresas que finalmente tienen un rendimiento superior no dependen únicamente de la ayuda transaccional, como los servicios prestados por los bancos de inversión y las diversas firmas de asesoramiento boutique que están motivadas para maximizar los ingresos de la oferta pública inicial. También enfatizan el apoyo estratégico que ayudará a construir la creación de valor a largo plazo.
“Demasiadas empresas subestiman las demandas de ser una empresa pública”, aseguró Henrik Poppe, socio de Bain & Company y coautor del informe. «Para lograr una IPO exitosa se requiere algo más que ingeniería financiera: se necesita tener una estrategia sólida para su futuro y comunicar esto a los nuevos accionistas de una manera que haga que luego invierta a largo plazo», agregó.
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