Tecnologías que han sido disruptivas a lo largo de la historia, como el teléfono, el automóvil, los computadores personales o incluso Internet, tardaron entre 15 y 30 años en ser adoptadas masivamente. En contraste con este tiempo de adaptación, la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) está rompiendo todos los esquemas. Según un de Bank of America, su impacto será generalizado en mucho menos tiempo gracias a las aplicaciones que hacen más accesible su uso.
De acuerdo con el estudio de BofA, la GenAI podría provocar un cambio de paradigma en la eficiencia corporativa en solo 1 a 3 años, y en un plazo de 3 a 5 años impulsar los ingresos de las empresas, revirtiendo 15 años de estancamiento en la productividad laboral. Por esta razón, la entidad financiera considera que el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 marcó el inicio del tercer gran ciclo tecnológico de los últimos 50 años, después de la introducción de las computadoras personales (1981) y la popularización de Internet (1994).
Datos propios de ManpowerGroup, respaldan esta tendencia: la adopción de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito laboral creció un 24% en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023.
Sin embargo, la integración de la IA en el entorno laboral plantea desafíos éticos que no podemos ignorar. La privacidad y la seguridad de los datos son preocupaciones primordiales. La implementación de estas tecnologías presenta desafíos significativos en términos de gestión del cambio, ética, seguridad y privacidad.
La transparencia en los procesos automatizados es igualmente vital. Los trabajadores deben comprender cómo y por qué se toman decisiones basadas en IA, especialmente en áreas como la selección de personal o las evaluaciones de desempeño, por ejemplo. La opacidad en estos sistemas puede generar desconfianza y afectar negativamente el clima laboral.
Es clave establecer marcos regulatorios sólidos y fomentar una cultura organizacional basada en la formación continua y la adaptación tecnológica. Solo así podremos maximizar sus beneficios sin comprometer la equidad y confianza de los trabajadores.
La Inteligencia Artificial tiene el potencial de transformar positivamente el mundo laboral, pero resolver los dilemas éticos que ésta plantea, no puede tardar tiempo; su adopción acelerada, requiere decisiones rápidas por parte de las empresas, decisiones que garanticen un futuro inclusivo y seguro para quienes hacemos uso de ella.
Gastón Daurat
Director de Experis Chile, una marca de ManpowerGroup
[EV1]Fuente: https://institute.bankofamerica.com/content/dam/transformation/ai-evolution-to-revolution.pdf