Por: Marcial Rapela, socio y director de Bain & Company en Santiago.
Marzo llegó a su fin y con él cerramos el mes donde conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, período que nos invita a reflexionar sobre la equidad de género y las oportunidades que creamos para su correcta implementación.
Ha sido un tiempo donde conocimos las iniciativas que diversas empresas y organizaciones están realizando para fomentar la participación laboral femenina, no obstante, me queda una duda. ¿Qué es lo que necesitamos verdaderamente para lograr una equidad de género real y efectiva?
A lo largo de mi trayectoria laboral me he dado cuenta que reconocer la diversidad de las familias y entregar tanto a hombres como mujeres las mismas oportunidades y responsabilidades, es uno de los principales factores de éxito para que los colaboradores estén felices en su lugar de trabajo, exista una retención de talento y aumente el compromiso con la organización.
Para lograrlo es fundamental contar con políticas de coparentalidad. En mis años en Bain & Company, he sido testigo de la importancia de fomentar la responsabilidad afectiva de padres y madres para derribar las barreras de género. Prueba de ello es el estudio que realizamos en Reino Unido, que demostró que, si no existe una licencia parental igualitaria, la brecha salarial de género podría persistir hasta en un 70%.
Sabemos que implementar este tipo de políticas requiere de una inversión mayor, pero queda demostrado que el impacto final es positivo para todos los miembros de las organizaciones. En este mes donde conmemoramos a las mujeres que lucharon hace más de 100 años por sus derechos, tomemos la iniciativa y promovamos más políticas que igualen las condiciones para todos.
Personalmente, en Bain Sudamérica lo hicimos hace un año y fue una de las mejores decisiones que hemos tomado, la cual nos ha permitido que nuestros trabajadores, independiente de su género y si son padres biológicos o adoptivos, puedan tener un rol más importante en la crianza y crecimiento de sus hijos.
Esta es la manera en que podemos marcar una diferencia, apoyar a nuestras familias y dar otro paso hacia la verdadera paridad de género.
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