Comprar una vivienda fraccionada se refiere a adquirir una fracción de la propiedad en una vivienda más grande. Esta forma de propiedad compartida, es común en lugares turísticos o para quienes deseen invertir en varias opciones de bienes raíces. De hecho, gracias a este tipo de alternativas, se abre paso a más accesibilidad para posibles inversionistas, y más diversificación de inversiones.

La persona que adquiere un porcentaje de la propiedad gana una parte de los beneficios generados por la inversión. Con la propiedad fraccionada, si el activo aumenta de valor, el valor de las acciones en la inversión también lo hace.

Por otro lado, cualquier ingreso generado por los ingresos de arriendo o cualquier beneficio producto de la venta se distribuiría a los inversores en directa proporción a su participación. De esta forma, el inversionista colaborativo tiene opción de acceder a proyectos de inversión más ambiciosos y rentables.

Y para lograr entender mejor el funcionamiento y sus beneficios, acá tienes 10 ventajas en la compra de vivienda por fraccionamiento:

Accesibilidad Financiera. Permite a cualquier comprador acceder a propiedades que de otro modo podrían estar fuera de su alcance financiero, ya que comparten los costos con otros copropietarios. Por lo tanto, es una democratización de acceso a posibles inversiones.

Diversificación de Inversiones. Los compradores pueden diversificar sus inversiones inmobiliarias al adquirir partes de diferentes propiedades en lugar de invertir en una sola propiedad.

“Podría ser que no quieras invertir todo el capital de la propiedad porque no tienes solvencia suficiente, o en ocasiones es simplemente que prefieres diversificar. Por ejemplo, puedes decidir invertir el 10% de tu capital en un activo, otro 20% en otro y así con varios. Además, podrías incluso diferenciar monedas, comprando una propiedad en Chile y otra en los Estados Unidos mediante fraccionamiento de inversión” asegura Francisco Rocha, CEO de Propital, empresa que actualmente cuenta con el sistema de venta por fracción en nuestro país.

Menos Responsabilidades Financieras. Los costos de mantenimiento, impuestos y seguros suelen ser compartidos entre los copropietarios, lo que reduce la carga financiera individual.

Gestión Compartida. La responsabilidad de mantener y gestionar la propiedad se comparte entre los propietarios, lo que puede facilitar el mantenimiento y la administración de la vivienda.

Oportunidad para una Segunda Vivienda. La compra de una propiedad por fraccionamiento es una opción atractiva para aquellos que desean una segunda vivienda para vacaciones o descanso.

Acceso a Ubicaciones Deseadas. Permite a los compradores acceder a propiedades en ubicaciones premium que de otra manera podrían ser prohibitivamente caras.

Menor Riesgo Financiero.  Al compartir la propiedad, los copropietarios comparten el riesgo financiero y las fluctuaciones del mercado inmobiliario.

Uso Compartido. Puede haber acuerdos para que los copropietarios utilicen la propiedad en diferentes momentos del año, lo que maximiza el uso de la vivienda.

Menos estrés en la Administración. Al compartir las responsabilidades de gestión y mantenimiento, los propietarios pueden experimentar menos estrés en comparación con la propiedad individual.

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