Formación Técnica en Chile
La sociedad de la información y del conocimiento no para de crecer, pero su ritmo no es seguido por la sociedad: no sólo persiste un creciente desinterés juvenil por las carreras científicas y técnicas, sino que cada año desciende el número de matrículas en entidades de educación superior, un fenómeno que no es exclusivo de Chile y que preocupa a nivel Latinoamericano.
Por lo anterior, es importante reflexionar sobre la educación técnica profesional en Chile, mediante la descripción de las principales fortalezas, debilidades y algunos nudos críticos, que se visualizan y son necesario exponer para una mejor comprensión del tema en particular.
A nivel de fortalezas, se visualiza una demanda creciente por técnicos profesionales en el ambito de tecnologia, por otro lado, los beneficios de la gratuidad, lo cual permite ampliar el rango en la cobertura. En relación a las debilidades, se visualizan asimetrías en el nivel de madurez en los diferentes actores del sistema (EMTP, ESTP e industria), por otra parte, persiste el sesgo de asociar a dicha formación, a los quintiles socioeconómicos más bajos del país, paradigma que debe si o si cambiar en el corto – mediano plazo.
También se destacan importantes avances, donde el desafío está en la coordinación efectiva (Gobernanza), entre las diferentes partes del ecosistema técnico profesional (público-privado), que permita responder de forma ágil y oportuna, a las necesidades productivas del país y, sobre todo, a las expectativas de los estudiantes técnicos profesionales en sus diferentes niveles.
¿Por qué considerar formación TP?
Si bien existe un interés por potenciar la Formación Técnica Profesional, es importante poder comprender el ecosistema en general, sus ventajas y desventajas, a fin de agregar valor desde la academia, docencia, directivos y sectores industriales, para mejorar la pertinencia y coherencia con los diferentes sectores productivos.
En Chile dentro del sistema de Educación Superior existe formación profesional y formación técnica de nivel superior. Las carreras técnicas de nivel superior se pueden impartir en universidades, institutos profesiones (IP) y centros de formación técnica (CFT).
Una de las características más reconocidas del sistema de educación superior de Chile es el crecimiento que ha experimentado a nivel de cobertura, principalmente impulsado por el crecimiento del sector privado en la educación superior, tanto universitario como técnico.
“Chile, país donde el mayor financiamiento público en la forma de becas y créditos permitió que la matrícula de FTP se incrementará entre los años 2005 y 2015, una vez y media más que la del sector universitario, aumentando su participación en el total de la matrícula de educación superior desde un 30% a un 43,3%” (Menéndez, 2017).
Por otro lado, existe un consenso que, para complejizar la economía de un país, se deben activar sus factores productivos y maximizar la especialización del trabajo, en ese sentido, se visualiza una demanda creciente en determinados puestos laborales, asociados a técnicos profesionales (tecnologia, administración, entre otros), a fin fortalecer una política de largo plazo vinculada a la exportación de inteligencia más que a la de materias primas.
A las dificultades existentes a nivel de sistema de Formación Técnico-Profesional se suman las particulares de cada subsistema formativo, con distintos niveles de desarrollo y madurez. Así, por ejemplo, en el caso de la Educación Media Técnico-Profesional (EMTP) contrasta su alta participación en la matrícula (acoge al 39% de los estudiantes del nivel secundario), con los cuestionamientos respecto a sus resultados de aprendizaje y empleabilidad frente a la formación Científico-Humanista. Estos cuestionamientos, sin embargo, parecen no considerar que la EMTP concentra fundamentalmente a los jóvenes provenientes de contextos de mayor vulnerabilidad[1]
En relación a la articulación entre la Educación Media Técnico Profesional (EMTP) y la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) al responder estos a institucionalidades, regulaciones y oferentes distintos, están escasa o nulamente interconectados tanto en términos institucionales como curriculares:
“En consecuencia, como norma general, los egresados de la EMTP no vislumbran un itinerario formativo que represente una progresión a su formación técnica inicial, y al cual puedan acceder en mejores condiciones que sus pares de la Enseñanza Media Científico – Humanista. Esta situación no favorece la continuidad de estudios de este grupo, que enfrenta mayores restricciones económicas y académicas para acceder a la Educación Superior” (Sevilla, 2012:54).
Complementario a lo anterior, se visualiza la estrategia de la FTP, a fin de generar una mejor coordinación entre el ecosistema, su gobernanza y la vinculación educación – empleo. Lo anterior, es importante, a fin de promover currículos centrados en competencias y una mejor trayectoria formativa laboral.
Conclusiones.
Si bien el desafío de mejorar la formación técnica profesional, depende de varios actores, hoy en día, el rol de la docencia es crucial, dado que tiene por desafío nivelar las diferentes brechas socioculturales de los estudiantes que optan por dicha formación, además debe ser pertinente y coherente con el nivel de conocimientos esperados para replicar técnicas efectivas durante el o los procesos de enseñanza – aprendizaje.
Por otra parte, si bien se reconocen esfuerzos para potenciar la formación técnica profesional, aun se perciben brechas significativas de base, dada las asimetrías de calidad en el ecosistema tanto a nivel secundario y terciario, además importante mencionar el rol de la empresa y estado, como coordinador eficiente para una articulación sólida, que permita hacer frente a los desafios de productividad, manufactura avanzada, industria 4.0 y el avance tecnológico permanente presente en nuestro país.
El Centro de Formación Técnica ENAC, es SOCIO de AIE, Asociación Gremial que conglomera a empresas, instituciones de educación y profesionales en las áreas de electrónica, electricidad, automatización y comunicaciones en Chile.
Más información en www.aie.cl
[1] Dos tercios de los establecimientos de Educación Media Técnico- Profesional muestra un Índice de Vulnerabilidad Escolar (IVE) igual o mayor a 80 (de un máximo de 100). Entre los establecimientos que sólo ofrecen formación Científico Humanista esta proporción se reduce a un 17%. Datos basados en IVE-SINAE publicado por JUNAEB para el año 2016.
Equipo Prensa
Portal Innova