Por Enrique Tenorio, presidente de EFA, Empresas de Servicios Financieros A.G.
La formalización de empresas es un pilar esencial para el desarrollo económico sostenible y la creación de entornos empresariales estables, tanto en Chile como en el resto del mundo. Sin embargo, en Chile este proceso enfrenta desafíos significativos que deben ser abordados con estrategias bien diseñadas y adaptadas a las realidades locales.
Uno de los desafíos más apremiantes es la alta tasa de informalidad empresarial, que actualmente alcanza un preocupante 57%. Este elevado nivel de informalidad no solo priva a las empresas de beneficios y protecciones legales, sino que también dificulta la obtención de datos económicos precisos, lo que -a su vez- obstaculiza la implementación efectiva de políticas públicas que podrían fomentar el crecimiento y la estabilidad económica.
A juicio de algunos renombrados economistas, la informalidad empresarial en Chile es uno de los mayores desafíos para el crecimiento económico sostenible y que es clave para mejorar la recaudación fiscal y asegurar que todas las empresas compitan en igualdad de condiciones. Otros incluso han indicado que la alta informalidad refleja las rigideces en el mercado laboral y las barreras burocráticas que enfrentan los emprendedores.
Lo cierto es que desde EFA, al agrupar a más de 20 socios dedicados al financiamiento de las pymes, la falta de formalización empresarial tiene un impacto significativo en la capacidad de estas empresas para acceder a dicho financiamiento. Las pymes que operan en la informalidad se encuentran en una desventaja considerable cuando intentan acceder al crédito, ya que carecen de la documentación requerida, como estados financieros formales o un historial crediticio, que los bancos y otras instituciones financieras necesitan para evaluar su solvencia.
Esta situación crea un círculo vicioso: sin acceso a financiamiento, estas empresas no pueden invertir en su crecimiento ni mejorar su infraestructura, lo que perpetúa su estado de informalidad. Además, las instituciones financieras suelen ver a las pymes informales como de alto riesgo, lo que se traduce en tasas de interés más elevadas y condiciones crediticias desfavorables para aquellas que logran obtener algún tipo de crédito.
A pesar de que las empresas reunidas en EFA atendemos a muchas de estas pymes que no pueden acceder al financiamiento bancario, muchas deben recurrir a financiamiento informal, limitando aún más su capacidad para crecer y competir en el mercado. Este acceso restringido al financiamiento formal también significa que las pymes informales no pueden beneficiarse de los programas de apoyo y subvenciones gubernamentales que están disponibles para las empresas formalizadas, exacerbando aún más su vulnerabilidad económica.
Y es que en Chile se han realizado avances importantes en la creación de empresas, como la iniciativa «Tu Empresa en un Día», que simplifica considerablemente el proceso de registro. Pero aún existen barreras significativas que les impiden dar el paso hacia la formalización completa. Estas barreras incluyen los costos iniciales de registro, los requisitos de cumplimiento continuos y las complejas regulaciones que deben enfrentar las pymes.
Para superar estos desafíos, como EFA creemos que es crucial que Chile continúe implementando políticas públicas que no solo faciliten el proceso de formalización, sino que también hagan que el financiamiento sea más accesible para las pymes. Esto podría incluir la creación de programas de financiamiento específicos para empresas en transición a la formalidad, así como la simplificación de los requisitos para acceder a crédito formal.
La formalización empresarial no solo beneficia a las empresas individuales, sino que es esencial para la estabilidad y el desarrollo económico a largo plazo de Chile. Y es que las pymes formalizadas acceden a financiamiento, lo que les permite invertir en su desarrollo, en mejorar su competitividad y en contribuir de manera más significativa a la economía nacional. La inversión en la formalización es una inversión en el futuro de Chile que no podemos permitirnos ignorar.