“Estamos en los niveles más bajos de morosidad, nunca vistos en el retail financiero”. La frase que llegó desde Cencosud sorprendió a muchos y en lo personal, me mantuvo varios días pensando en qué había de verdad tras ella.
Bajan los índices, o al menos eso muestran los estudios. Según el último informe de deudas de la USS con Equifax, en los segmentos comprendidos entre los 18 y los 59 años no solo disminuyó la cantidad de personas que estaban en estado de morosidad, sino que además, disminuyó la mora promedio.
Y yo sigo pensando dónde está la trampa o el engaño, pues la deuda no baja, pero sí los índices de morosidad. Fue así, que tras un análisis del comportamiento de los pagos llegué a una conclusión: El pago mínimo.
Así es. Esta herramienta que parece para muchos una solución puede ser utilizada por todos los deudores y mantener o disminuir las cifras de morosidad. Sin embargo, la deuda sigue, se mantiene e incluso crece, y cuando llegue el momento de pagarla, la situación financiera será muy distinta.
El pago mínimo está aumentando la deuda, no la disminuye, y si bien permite que una persona esté “al día”, igualmente se enfrentará a una deuda aumentada, que cuando quiera pagarla, no podrá.
¿Cuál es la situación actual? Un exceso de liquidez, dicen los expertos en economía, el cual se está utilizando en comprar artículos que ni siquiera están, pues la escasez en distintos rubros ya se está haciendo latente.
Ese dinero no se está utilizando para el pago de deudas, lo digo como un conocedor del rubro de la cobranza. Si bien con un primer retiro, un 30% de los pagos aumentaron, lo mismo no ocurrió con el segundo, ni el tercero, ni tampoco con los IFES.
Actualmente se tramita un cuarto retiro y quizá luego venga el quinto, los que esperamos tengan otro destino y no sigamos viviendo en el engaño de la baja morosidad.
Hoy, quien cancela solo el pago mínimo, estará pagando un porcentaje pequeño de la deuda total. Esta se mantiene, no baja en lo absoluto. Además se acumula, por lo que en el momento de tener que pagar, ningún exceso de liquidez permitirá que se cancele, al igual que las personas no tendrán acceso a créditos, y sus tarjetas estarán copadas, porque el pago mínimo no entrega cupo, solo disminuye intereses.
¿Con qué pagarán después? Sin IFES, sin retiros, ni trabajo, será imposible. No vivamos engañados, abramos los ojos y enfrentemos la realidad.
Las señales que nos dan hoy son optimistas, pero no son reales, porque la morosidad baja, pero las deudas no y éstas nos esperan a la vuelta de la esquina. ¿Por qué? Porque estamos jugando al solitario y nos estamos haciendo trampa.
Equipo Prensa
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