Los remedios y vacunas, dependiendo de cada caso, son fundamentales a la hora de prevenir enfermedades, aliviar sus síntomas y curarlas, cuando se presentan. Sin embargo, muchos de estos insumos caducan en bodegas sin ser utilizados, o peor aún, son administrados vencidos, ocasionando grandes pérdidas económicas y un alto riesgo en la salud de las personas.
En abril del año pasado, un informe de la Contraloría General de la República reveló la eliminación de más de 35 millones de unidades de medicamentos por parte de distintos hospitales y direcciones de servicios de salud, luego de una revisión realizada en 2017 y 2018. La principal causa de estas pérdidas se debió al vencimiento de estos productos, lo que implicó pérdidas de más de 4 mil millones de pesos.
La lucha contra el Covid-19 no escapa a esta realidad. También durante el año pasado se dieron a conocer públicamente numerosos casos de personas a las que les administraron vacunas vencidas. Algunos ejemplos: 141 dosis Pfizer en septiembre pasado en Coquimbo, según lo informado por la Seremi de Salud de la región; 1.000 vacunas Pfizer aplicadas en octubre de 2021 en Chiloé, noticia confirmada entonces por la Secretaría Regional Ministerial de Salud de Los Lagos; y 50 dosis de AstraZeneca en Coyhaique y Aysén, de acuerdo a lo indicado en su momento por la Seremi de Salud de Aysén.
¿Por qué ocurre esto y cómo resolverlo?
Sabiendo que en muchas ocasiones la vida útil de medicamentos y vacunas caduca con estos productos guardados en bodegas sin haber sido usados, es fundamental velar por un adecuado almacenamiento, lo que implica recurrir a la tecnología.
A modo de ejemplo, Check WMS (Warehouse Management System) es un software que administra todo el inventario de una bodega y sus operaciones, coordina y optimiza los movimientos y procesos de un centro de distribución, gestiona los ingresos y el control de salidas, ubicación de los productos y stock disponible, asignando por posición y antigüedad, con alertas de productos mal ubicados o por vencer.
Esta solución posibilita a empresas de todos los tamaños contar con bodegas inteligentes, pero a un precio accesible, ya que se puede operar con un teléfono smartphone, con el que es posible leer etiquetas y códigos de barras, facilitando las tareas a los trabajadores y mejorando la administración de los almacenes de cara a clientes, que logran una mayor eficiencia y productividad, y a los consumidores finales, que esperan productos en óptimas condiciones y recibidos a tiempo.
En un área tan sensible como la salud, no es posible escatimar esfuerzos orientados a potenciar el bienestar de las personas. Es vital almacenar los remedios y vacunas adecuadamente; la tecnología para el logro de esto ya está disponible y al alcance de la mano.
Equipo Prensa
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