Educar es una tarea titánica. Primero porque no sólo se trata de un proceso que apunta al desarrollo integral, que incluye múltiples dimensiones como lo espiritual, ético-moral, cognitivo, afectivo, artístico y físico en el ser humano, sino porque también es fundamental educar con una mirada que potencie habilidades (expresar, reflexionar, resolver problemas, colaborar, etc.) para poder hacer frente a los desafíos propios del siglo XXI.
Sin embargo, es desafiante promover una educación como lo expuesto anteriormente, cuando aún hay niñas y niños que a diario caminan kilómetros para llegar a su escuela. O cuando producto de la pandemia hay menos niños y jóvenes en el sistema escolar, lo que ha desencadenado a recurrir a la enseñanza online. Para muchas personas esto ha significado un aumento en la desigualdad de oportunidades. De acuerdo con cifras de la UNESCO, al menos 1.500 millones de estudiantes han sido afectados por el cierre de escuelas e instituciones de educación superior alrededor del mundo, donde más de la mitad de esa cifra no tiene un computador en casa y el 43% no cuenta con internet (Misum, 2020). En particular, las niñas han sido más afectadas por esta crisis, dejando en evidencia las brechas de género que hoy persisten en la educación (UNESCO, 2020a). En Chile, por ejemplo, según datos del Ministerio de Desarrollo Social, el primer quintil redujo a 9,8 los años de escolaridad y de acuerdo con información del Mineduc, 40 mil estudiantes no se matricularon en ningún establecimiento durante el 2021.
Entonces, con estos desafíos, desde Banca Ética nos preguntamos ¿cómo nos hacemos parte de la solución? Y la respuesta es que buscamos impulsar una educación de calidad que ponga en el centro al ser humano, promoviendo el desarrollo de sus múltiples talentos y capacidades, que entregue oportunidades de desarrollo e integración social y permita reducir brechas y diferencias para transitar a una sociedad más equitativa, fraterna y cohesionada.
Por eso es por lo que entendemos que existen tres desafíos estructurales en educación: acceso e inclusión, calidad y habilidades para el futuro. Comprendemos que no se trata de un orden secuencial, sino que son escenarios que atienden los establecimientos educacionales con los que queremos trabajar.
Oferta educativa
En acceso e inclusión, apoyamos entonces a establecimientos que resuelven esta problemática en aquellos territorios y comunidades en los que esta dificultad se presenta por una complejidad geográfica o por estar insertos en sectores de alta vulnerabilidad. Del mismo modo, a aquellos que ofrecen un tipo de educación específico (niveles párvulos, escuela especiales o artísticas, etc.); a proyectos dirigidos a personas con características específicas (migrantes, pueblos originarios, privadas de libertad, vulneradas de derechos, con enfermedad crónica, en situación de discapacidad, etc.) y a establecimientos que funcionen como espacios protectores para los niños.
Énfasis integral
En cuanto a la calidad, nos interesa impulsar proyectos educativos que pongan énfasis en la formación valórica y las habilidades para la vida. Asimismo, analizamos con particular interés a establecimientos educacionales que promueven modelos integrados, en donde conviven aspectos como los descritos al inicio de esta publicación.
Nuevos desafíos
Por último, las crisis sociales, sanitarias y medioambientales, la globalización, las nuevas tecnologías, una sociedad en constante cambio, la multiplicación de la información, la velocidad de generación del conocimiento, entre otros, han implicado nuevos desafíos para la formación de niños y jóvenes con habilidades que les permitan desarrollar todo su potencial en plena libertad.
En esa línea, el año 2019 la ONU reconoció que la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) constituye justamente un modelo para repensar el aprendizaje para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este modelo invita a transitar a un cambio de enfoque que responda a los desafíos del XXI -entre ellos la crisis climática-, formando a agentes de cambios para hacer frente a los problemas locales y globales (UNESCO, 2020b)
En síntesis, nos interesa impulsar iniciativas educacionales en cada región en donde podamos hacernos partícipes activos de las soluciones que los establecimientos necesitan para desarrollar sus proyectos educativos, porque para Banca Ética, asegurar el acceso, la calidad, y mirada de futuro de la educación, es una prioridad, no sólo en Chile, sino que en toda Latinoamérica.
Juan Pablo Baraona
Responsable Área Educación y Cultura
Grupo Financiero Regional
Banca Ética Latinoamericana
Referencias
Mistra Center for Sustainable Markets – Misum. (2020). Sustainability, COVID-19 and staying focused on the longer term. Disponible en https://www.hhs.se/
UNESCO (2020a). El cierre de escuelas debido a la Covid-19 en todo el mundo afectará más a las niñas. Disponible en https://es.unesco.org/news/
UNESCO (2020b). Build back better: Education must change after COVID-19 to meet the climate crisis. Disponible en https://en.unesco.org/news/
Equipo Prensa
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