Santiago, martes 08 de marzo 2022. Lejos de los sinsabores que dejó la pandemia hay quienes aprovecharon el confinamiento para apostar por el emprendimiento y la innovación. Y es que la creatividad y las ganas de iniciar nuevos proyectos afloraron en la mente de quienes debieron abandonar sus ya tradicionales empleos y buscar rumbos propios.
Florencia Broussain es una de ellas. En abril de 2020, el brote del coronavirus la llevó a dejar su trabajo en una empresa de lencería en México y regresar a Chile donde la esperaba la invitación de fundar Papaya Bragas junto a dos amigas de infancia para honrar y celebrar la intimidad femenina. Fue ahí entonces cuando escuchó por primera vez hablar sobre calzones menstruales, y su impacto en la vida de las mujeres y el planeta.
Papaya Bragas es la única marca de calzones menstruales en el mundo que incorpora filamentos puros de cobre en su elaboración para promover la salud vulvar de las mujeres.
“Siempre he tenido mucho amor por las fibras nobles y el desarrollo manual y este proyecto unía eso junto a que podía tener un efecto en el planeta muy potente. Al momento de crear emprendimientos debemos pensar desde la sustentabilidad y plantearse todo desde ahí, tanto en los procesos como en todas las decisiones”, señala esta emprendedora.
Junto a sus socias Pilar Stefani y María José Bunster y con la ayuda y confianza de inversionistas privados, familia y amigos, crearon y testearon su primer prototipo en enero de 2021 y que fue lanzado al mercado el pasado 25 de marzo, alcanzando ventas a la fecha por sobre los 150 millones de pesos. Cambiar de paradigma, impactar positivamente la vida de miles de mujeres e instaurar una cadena virtuosa en la elaboración de sus calzones cuidando el planeta es lo que motiva día a día a estas emprendedoras a ir más allá.
“Todas las decisiones que hemos tomado giran en torno a esto. Fabricar localmente es un gran desafío y al mismo tiempo una oportunidad maravillosa de potenciar nuestros propios recursos naturales cuidando nuestros procesos y las personas con las que trabajamos. Este año vamos a certificarnos como Empresa B. Todas estas acciones están dentro de nuestra cultura y de la empresa que somos”, agrega.
El apoyo de Corfo
Ya con un producto que se abre paso en el mercado, la entrega de un cofinanciamiento por parte de Corfo a través del instrumento Semilla Inicia, vino a complementar las estrategias de venta y marketing. “Con este fondo, hemos podido mejorar la logística de nuestro negocio e invertir en el posicionamiento de nuestra marca. Hace poco externalizamos nuestra bodega, y estamos preparando un par de actividades para comenzar a mirar más allá de Chile” explica Florencia.
La empresa cuenta con un sólido directorio que en palabras de sus fundadoras ha sido clave en el crecimiento del negocio. Lo integran Alejandra Pérez, Tina Rosenfeld, Eduardo Novoa y Fernanda Claro con sesiones una vez al mes.
Equipo Prensa
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