Por Claudio Torres, Regional Manager de D-Link
A principios de noviembre, se dio a conocer el National Cyber Security Index (NCSI), preparado por la e-Governance Academy Foundation de Estonia; el cual destacó a Chile como el país con mejor preparación contra amenazas a la ciberseguridad y la gestión de incidentes de América Latina. Al día siguiente, el sistema de transferencias del Banco Consorcio fue hackeado y se extrajo un monto de alrededor de dos millones de dólares.
Este hecho se une a otros ataques a bancos, lo que nos muestra que no podemos bajar la guardia, ya que las amenazas existen y pueden alcanzar a cualquiera. Los ciberataques son un problema real y que hay que enfrentar, sobre todo en esta época del año, donde llegan las fiestas y las vacaciones y en la que el consumo aumenta, tanto presencial como digital .
Si bien la tecnología es cada vez más confiable, no significa que no se deban tomar precauciones similares a las operaciones presenciales. Es decir, al igual que nos preocupamos si hay alguien mirando al momento de ingresar la clave en el cajero, hay que evitar que haya alguien observando nuestros movimientos digitales.
La gran interrogante que surge es cómo hacerle frente a estas amenazas. Aunque no es posible anticiparse a todo lo que podría venir, es muy importante entender cómo funcionan los sistemas, a qué riesgos potenciales nos enfrentamos y cuáles son las estrategias a seguir para minimizar el riesgo, y en caso de que seamos sujetos de un ataque, cómo reaccionar y recuperarnos lo más pronto posible. En el caso de una empresa, es necesario tener un plan de seguridad, que incluya no sólo los procedimientos de prevención sino los de reacción y de recuperación ante desastres. Mientras que para las personas, es necesario hacer algo similar, tener claridad de cuáles son los riesgos que se toman y minimizarlos escogiendo sitios reconocidos y que tienen habilitadas transacciones seguras, pero al mismo tiempo conocer y hacer valer sus derechos en caso de sufrir un incidente. Muchas veces se comete el error de pensar que nunca nos pasará, y por eso cuando nos sucede no sabemos qué hacer.
Actualmente, se está impulsando la ley de protección de datos y la ley de delitos informáticos, las cuales son excelentes iniciativas para avanzar en estos temas, aunque son solo el comienzo de un largo trabajo que hay que hacer, donde lo fundamental es la aplicación misma de la ley. Muchas veces vemos cómo los delitos no son procesados porque no hay gente que denuncie, sin embargo, es parte del proceso que debemos seguir en este nuevo escenario.
Los tiempos claramente han cambiado y nos tenemos que adaptar, los robos a los bancos ya no son asaltos con pasamontañas y pistolas, son a través de un computador y desde cualquier lugar del mundo. No hay que relajarse y bajar los brazos, tenemos que tomarle el peso a esta materia. Es fundamental que tanto las empresas como los usuarios, tomen conciencia y adopten medidas para protegerse y reaccionar. La ciberseguridad es un tema que necesita ser impulsado y así evitar pérdidas económicas, de información o crisis reputacionales, ya que cuando menos lo esperemos, los cibercriminales podrían hacer su próximo ataque.
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