¿Es posible en Chile un parque automotor cero emisiones al año 2050? Probablemente, sí. Nuestro país goza de un extraordinario potencial energético renovable, lo que garantiza suficientes recursos naturales para transitar hacia una matriz sostenible, aun cuando quedan importantes retos en infraestructura de transmisión, distribución y flexibilidad del Sistema Eléctrico Nacional. Actualmente, cerca del 45% de la energía eléctrica en Chile se produce a partir de combustibles fósiles, una situación amplificada por la sequía. No obstante, todavía queda espacio para optimizar la participación de energías renovables en favor de un impulso a las necesidades de movilidad.
Nuestra matriz energética experimenta una importante transformación. En los últimos dos años, según cifras del Reporte de Proyectos del Ministerio de Energía, la capacidad instalada de fuentes renovables creció casi un 50%, basada principalmente en proyectos solares y eólicos. Se prevé que esta tendencia se mantendrá durante los próximos años, inyectando cada vez más energía sustentable y económica al país. Por consiguiente, el escenario, que se comienza a configurar, allana el camino para migrar hacia un transporte reducido en emisiones. Adicionalmente, la posibilidad de que los vehículos formen parte activa de la red eléctrica como medios de almacenamiento, contribuirá a sortear algunos de los desafíos que implican una mayor incorporación de energía renovable variable a la matriz, generando de esta manera, un círculo virtuoso.
En los últimos años hemos sido testigos de importantes logros: el impulso de la flota eléctrica en el transporte público (no solo en la Región Metropolitana, sino también en capitales regionales); el lanzamiento de la segunda versión del programa Mi Taxi Eléctrico; la tramitación en el Congreso de incentivos como el ajuste al permiso de circulación; la participación de vehículos en el esquema Netbilling y el reglamento con un nuevo estándar de eficiencia energética vehicular, que harán más competitiva a esta tecnología.
Vemos también una oportunidad en la reconversión de los vehículos convencionales para acelerar esta transición. Esperamos contar con un nuevo marco regulatorio, que fomente el desarrollo de una industria competitiva y contribuya a bajar el umbral para la adopción de estas tecnologías, permitiendo así una “segunda vida” (esta vez eléctrica) a los automóviles tradicionales.
Para que este cambio de paradigma sea exitoso es necesario abordarlo observando la cadena de valor completa y considerando el aumento de cobertura, tanto de puntos de carga como de infraestructura eléctrica. Para ello es clave la tarea proactiva de la industria en beneficio de un avance progresivo de las metas. Desde Enex, hemos impulsado un plan de habilitación de cargadores rápidos en las estaciones de servicios, ampliándolo este año a las regiones de Arica y Los Lagos. De esta forma, aportamos a generar un ecosistema que promueva la migración hacia la movilidad cero emisiones.
No olvidemos, además, que la venta de autos eléctricos en Chile avanza lento, pero de manera exponencial. Según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), el primer trimestre de 2022 registró una venta de 183 vehículos eléctricos, con un crecimiento récord de 215%, frente al mismo período del año anterior.
En Enex estamos convencidos de que nuestro país reúne las condiciones para mantener esta tendencia y convertirse, prontamente, en un referente mundial en transporte sostenible.
Equipo Prensa
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