Pese a las preocupaciones que se pueden generar, las organizaciones están asumiendo estos cambios desde antes del inicio de la normativa, y muchas están yendo más allá de lo exigido.
La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) emitió la Norma de Carácter General (NCG) 461, que incorpora temas de sostenibilidad y gobierno corporativo en la memoria anual de las entidades supervisadas. En el caso de las sociedades anónimas abiertas que superen el equivalente a 20 millones de UF en activos totales consolidados, se aplicará a partir del 31 de diciembre de 2022. Un año más tarde, le corresponde a las que superen 1 millón de UF y más adelante, al resto.
Esta modificación se realizó con el objetivo de dar mayor visibilidad a los inversionistas, puesto que éstos demandan información de estas variables para decidir dónde destinar sus activos, lo que sigue una tendencia global en donde las empresas van migrando hacia un modelo de sostenibilidad que les permitirá perdurar en el tiempo.
Con el fin de analizar la aplicación práctica de la norma que modifica las memorias anuales de emisores de valores y conocer la perspectiva de las compañías frente a ella, en EY junto a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) realizaron el evento “Comprender para cumplir: preparándose para la supervisión de la NCG 461”.
En la instancia estuvieron diferentes ejecutivos de empresas que entregaron sus puntos de vista. “En Anglo American estamos empujando más allá de la legislación local, en términos de cambio climático, biodiversidad, cumplimiento de normas y protección de la salud. El piso de todo esto lo establece la legislación local”, indicó su principal de Impacto Sostenible, Leonel Sierralata.
Por su parte, en Larrainvial Asset Management, expresaron la importancia que tiene la normativa para la sociedad y el ambiente. “No hay que ver la norma como un ejercicio más de reporte, sino que se trata de encontrar las mejores prácticas a nivel mundial y en estos estamos tratando de estar todos juntos, más allá de las empresas, sino que como ciudadanos. En Chile se está generando una estrategia con el Banco Central y otras entidades en temas de sostenibilidad y cambio climático”, sostuvo su jefa de Inversión Responsable, María Ignacia García.
Desde la perspectiva de BCI, en esta nueva regulación las empresas deben colocar el propósito en el centro. “Esto un asunto cultural, propósito corporativo, de la forma de hacer empresa. En el caso de nosotros todos los temas que la norma está pidiendo, nosotros los estábamos gestionando desde antes, levantando datos y haciendo mejoras, en todos los ámbitos como colaboradores, comunidad, clientes, proveedores, etc. Esto con el fin último de entender que hacer empresa conlleva más allá del impacto económico, sino que se tiene que alcanzar una repercusión social y ambiental desde el negocio”, puntualizó Paola Alvano, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad del banco.
“La materialidad de los informes no financieros debe ser dinámica y adaptarse a las diferentes realidades y escenarios que van ocurriendo como, por ejemplo, el estallido social y la pandemia. En estos reportes se debe reflejar aspectos como la cultura, valor social, propósito, visión de largo plazo de la compañía, riesgos que están en la esencia del negocio y puntos de vista de las comunidades y otros stakeholders”, comentó Elanne Almeida, socia de Cambio Climático y Sostenibilidad de EY.
Gabriel Acuña, jefa del área de Supervisión de Información de Finanzas Sostenibles de la CMF, explicó que Chile es un ejemplo en la región en materia de normas sobre sostenibilidad: “Mis colegas de otros países me dicen que nos estaban esperando a nosotros, ya que fuimos los que partimos con esto, pues muy pocos supervisores están avanzando en estos temas como lo estamos haciendo acá. Felizmente la Norma 461 recoge las principales tendencias que estamos viendo en el mundo como International Accounting Standards Board (IASB) de IFRS, que es un marco global de educación en materia de sostenibilidad en aspectos financieros”.
Equipo Prensa
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