Este 2022, se conmemoran 84 años del incendio de la salitrera “Rosario de Huara”, en la región de Tarapacá, hecho que se convirtió en uno de los mayores siniestros laborales de los que se tenga memoria en el país. Medios de la época, señalaron que el origen del accidente se habría provocado por un cortocircuito en una de las bodegas de la empresa durante la víspera de la celebración de San Lorenzo.
Desde entonces y en honor a ese santo, se realiza la celebración del Día del Minero y el mes de la minería en Chile. Sin embargo, este repaso a la historia deja en evidencia uno de los grandes desafíos que desde la prevención de riesgos tenemos que abordar: la importancia y relevancia de cómo, desde nuestro quehacer, podemos evitar accidentes y los avances en materia de seguridad.
Debido a la naturaleza misma del trabajo en minería existen múltiples factores que ponen en jaque no sólo la salud de nuestros colaboradores, sino también de los componentes asociados a las faenas; por ello, desde el área de prevención de riesgos, debemos replantearnos constante y periódicamente cuáles son las medidas que hemos tomado para mitigar los riesgos asociados a ella. Esto implica tomar la mayor cantidad de precauciones, revisar los planes de mantención de los componentes, sus acreditaciones, las certificaciones de operarios, los estándares que se están llevando actualmente en materia de seguridad y evitar así y disminuir imprevistos que de no ser considerados pueden derivar en graves consecuencias tanto para las personas como para la industria.
De acuerdo con cifras del Servicio de Geología y Minería (Sernageomin), hace tan sólo unos 15 años morían alrededor de 45 personas cada año en accidentes, mientras que en 2021 solo se registraron 12 decesos.
Por eso es que también es sumamente relevante trabajar para que nuestros colaboradores sean conscientes del autocuidado y el de sus colegas, que duerman las horas necesarias, que tengan salud acorde al trabajo, entre otras. Además, es importante que sepan del entorno que los rodea, ya que no tomar en cuenta el impacto ambiental puede derivar en una serie de consecuencias de corto, mediano y largo plazo.
Y es que en pleno siglo XXI entre todos debemos esforzarnos aún más para alcanzar un nivel 0 de accidentabilidad y, en un sector de múltiples y variados riesgos como lo es el de la minería, apoyarnos para tomar todas las medidas preventivas es necesario para reducir al mínimo este tipo de situaciones y poder así apuntar a una industria del futuro cada vez más eficiente en toda materia.
Paula Arce, Jefe de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de Adexus
Equipo Prensa
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