Este enfoque podría reducir las emisiones de los materiales utilizados en los vehículos en un 60% para 2040, mejorando su resistencia y disminuyendo las emisiones que genera la industria.
Actualmente, la movilidad representa un tercio de todas las emisiones mundiales, y la circularidad en este rubro está llamada a desempeñar un papel clave en la reducción de las emisiones, algo que ya se está explorando por parte del sector.
Para conocer en detalle el impacto de estrategias sostenibles, Bain & Company decidió analizar los principales ámbitos donde incide la aplicación de prácticas sostenibles, y las cifras fueron sorprendentes.
En primer lugar, una mayor circularidad de los procesos asociados a producción de automóviles podría reducir las emisiones en un 60% hasta 2040. De cumplirse estas cifras, sería un gran cambio para el sector, considerando que hoy ellos son responsables aproximadamente del 10% de la huella de carbono a nivel mundial.
Por otro lado, se evidenció que los vehículos nuevos producidos en 2040 podrían ser reciclables en un 97 %, frente al 78 % actual. A ello se sumaría, un aumento del uso de piezas recicladas en las reparaciones de automóviles del actual 2 % registrado en 2020 al 12 % para las próximas décadas.
“Nuestro análisis reveló que las empresas automovilísticas pioneras en la implementación de políticas circulares poseen tres elementos distintivos. Escanean la cadena de valor existente para identificar el potencial de mejora de los flujos circulares, combinan las perspectivas actuales y futuras para captar nuevas oportunidades y escalan el ecosistema para el éxito», mencionó Harry Morrison, socio de la práctica de Sostenibilidad y Responsabilidad de Bain y coautor del informe.
Marcial Rapela, socio y director de Bain & Company en Chile agregó que “para avanzar en materia de sostenibilidad en la industria automotora es esencial que las empresas intersectoriales les brinden el apoyo necesario, ya que las organizaciones más pequeñas o individuales no pueden resolver la circularidad por sí mismas. Si entre todos se unen y fortalecen los ecosistemas de fabricaciones se podrán hacer grandes cambios”.
Sobre los beneficios de la circularidad, la investigación destacó el impacto positivo en la reducción de la huella de carbono, mejoras en la resiliencia de las cadenas de suministro, reducción de los costos de materiales a largo plazo, aumento en los márgenes e incorporación de nuevas fuentes de ingresos.
Equipo Prensa
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