En paralelo al crecimiento del internet de las cosas (IoT), el servicio máquina a máquina (M2M) ofrece una manera rápida y ágil de conectar dispositivos de misión crítica para sectores como la seguridad privada, alarmas monitoreadas, tracking (GPS), telemetría y Push To Talk Over Cellular.
Santiago, 7 de febrero de 2023.- Sin darnos cuenta, las comunicaciones M2M llegaron para quedarse. Se trata de la tecnología que permite que dos dispositivos intercambien información entre sí de forma autónoma, es decir, sin intervención humana.
El ejemplo más práctico son los relojes inteligentes o las pulseras de actividad deportiva. Los sensores que incorporan son capaces de medir el ritmo cardíaco, la actividad física y la temperatura corporal. Toda esta información es enviada a los teléfonos de forma automática.
“La telemetría es otro de los ejemplos. Con los aparatos de medición podemos monitorear procesos industriales, domésticos y dispositivos de la salud de pacientes crónicos a distancia, entre otros”, explica Rodrigo Mena, country manager de SUMA Móvil Chile.
“Su aliado es IoT ya que un sistema de máquinas o dispositivos interrelacionados se pueden conectar de forma inalámbrica, e intercambiar y analizar datos de forma automática en la nube. En definitiva, el IoT se habilita integrando muchos dispositivos M2M y utilizando plataformas web en la nube para el procesamiento de todos esos datos”, precisa Mena.
El rol de la seguridad
Con la tecnología 5G y la hiperconectividad, la seguridad en las comunicaciones se convierte es una prioridad para garantizar las comunicaciones entre dispositivos, sobre todo para compañías que trabajan en entornos críticos como el sociosanitario, el policial, de vigilancia, los servicios de emergencia, la banca, las finanzas, entre otros.
“Hay una constante y cada vez más elevada amenaza de nuevos ciberataques que podrían vulnerar información sensible de servicio y de sus clientes. Es ahí donde el rol de un Operador de Telecomunicaciones se convierte en un factor determinante para prevenir y/o evitar este tipo de escenarios de riesgo”, aclara Mena.
La forma de conectarse de esta tecnología es mediante identificación por radiofrecuencia (limitación de 10 metros), Bluetooth (10 a 20 de alcance) y WiFi (con unos 50 metros de máximo).
“Con el desarrollo de la inteligencia artificial, la automatización y la introducción de los robots en la sociedad harán que la tecnología M2M esté cada vez más presente y con mecanismos de seguridad más robustos”, precisa Mena.
Sin lugar a dudas que la tecnología seguirá su evolución, abriendo más y mejores abanicos con nuevas posibilidades que permiten mejorar la operación y atender con garantías cualquier escenario de servicio. M2M e IoT no se detendrán y seguirán conectando equipos para transmitir información útil y esencial no solo para las organizaciones, sino también para las personas.
Equipo Prensa
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