Por Rigoberto Caballero, country manager de Zenda by Defontana
Mientras el gasto mundial en materia de tecnología e información (TI) tendrá este año un incremento de 2,4% respecto a 2022, según la consultora especializada en Tecnologías de la Información, Gartner, un 48% de los puestos de trabajo en este sector no está siendo ocupado por falta de personal calificado. Peor aún, esta brecha se expande a otros sectores, como consecuencia de los drásticos cambios que enfrenta el mundo laboral producto de su rápida tecnologización.
De acuerdo con el BID, el 64% de los proyectos de transformación digital en América Latina tuvo dificultades durante el año pasado por la falta de habilidades tecnológicas del personal.
En ese escenario, las áreas de RR.HH. tienen un rol fundamental para acortar esa brecha al convertirse en un agente de cambio, no solo para digitalizar sus competencias propias, sino que para transformar toda la organización: estableciendo programas de desarrollo, creando nuevas competencias y fomentando la digitalización del talento para una mejora en la productividad.
En efecto, las nuevas tecnologías tienen enormes beneficios para optimizar la gestión de los negocios, aportar a su rendimiento y productividad. No obstante, al mismo tiempo, generan incertidumbre en los trabajadores creando tensión en el clima laboral.
De ahí la relevancia de que RR.HH. lidere este cambio y promueva una comunicación efectiva, así como una capacitación permanente, capaz de digitalizar el talento, tanto para el que ya existe dentro de la organización como el que llega. Para ello, ciertamente, es indispensable contar con soluciones y plataformas especializadas que aporten en estas tareas.
En la actualidad, existen completos sistemas de gestión de RR.HH., accesibles a todo tipo de organizaciones que permiten simplificar, ahorrar tiempo, conectarse mejor, optimizar la productividad y desbloquear el potencial de las personas, fomentando una organización ágil.
Así, aumentar las habilidades digitales de los colaboradores para asumir los nuevos desafíos laborales que impone la digitalización es clave no solo para mejorar los servicios que se entrega a los mismos trabajadores, sino también para toda la organización. Como señala la consultora IDC, las compañías que inviertan en plataformas de adopción digital y tecnologías de aprendizaje automatizado podrían tener una mejora de su productividad en un 40%, de aquí al 2025. El reto está planteado.
Equipo Prensa
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