Si bien el estudio registra que estas entidades están progresando, los principales obstáculos están marcados por la falta de consenso sobre marcos y metodologías, así como por derechos de decisión poco claros y diferentes prioridades regulatorias entre las regiones.
Bain & Company realizó una nueva encuesta donde entrevistó a más de 55 bancos e instituciones de servicios financieros globales, que representan más de 40 billones de dólares en activos, para ver cuál es su relación con la aplicación de criterios ESG y cómo están respondiendo a las exigencias que los reguladores, accionistas y clientes están demandando sobre la temática.
Según la investigación, el 65% de los bancos e instituciones financieras no han definido quién es el principal responsable de identificar y abordar los riesgos climáticos en sus operaciones. Del mismo modo, el 55% de los encuestados afirmó que aún no tiene claras las funciones y responsabilidades en la gestión de los riesgos climáticos entre las tareas empresariales y corporativas de sus empresas.
Respecto a la coordinación y ejecución de iniciativas ESG, 4 de cada 10 ejecutivos informa que son realizadas a través de un equipo centralizado, en lugar de incorporar la rendición de cuentas por objetivos e iniciativas dentro de la línea de negocios, y solo la mitad de las entidades que han hecho públicos compromisos netos cero han integrado métricas climáticas en los objetivos de desempeño del personal.
Para Marcial Rapela, socio y director de Bain & Company en Chile, “la incorporación de estrategias ESG en las operaciones bancarias requiere un delicado equilibrio entre la gestión del riesgo y el aprovechamiento de las oportunidades. La brecha entre las aspiraciones ESG y los resultados se ha ampliado para muchas instituciones de servicios financieros, por lo que para enfrentar estos desafíos y salir victoriosos, será necesarios que los directivos centren la estrategia en crear valor tangible a partir de productos, servicios y consultoría relacionados con el clima”.
Diferencias regionales y lecciones de Europa
Según la consultora, a escala mundial las presiones externas para que se lleven a cabo más actividades ESG solo aumentarán, con el 83% de los encuestados esperando una mayor influencia de los reguladores, frente al 67% de los clientes y el 53% de los accionistas.
Ante esta situación, los bancos prevén ampliar sus carteras de productos ecológicos en los próximos tres años, lanzando financiamiento de proyectos de energía limpia en los mercados comerciales. Asimismo, están empezando a incorporar factores de riesgo climático en la planificación estratégica, la entrega de créditos y la suscripción de seguros.
Finalmente, Bain reveló que las entidades europeas son los que más han avanzado en la incorporación de parámetros climáticos a la suscripción de créditos, y se espera que les sigan otras regiones. En general, el 64% de los encuestados aún no ha incorporado datos y parámetros climáticos a la suscripción de créditos, y la mayoría de los bancos de América tiene previsto hacerlo en los próximos tres años. Sin embargo, el 46% de los encuestados espera limitar la suscripción de créditos a clientes con bajas emisiones de carbono y alineados con los principios ESG para 2050.
Equipo Prensa
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