Por: Camila Svec, Chief Operating Officer and Co Founder de Cleanlight.
En las últimas décadas, el uso de energías renovables se ha convertido en una prioridad para muchas industrias, incluida la minería chilena. A pesar de que esta industria históricamente ha sido potente en el uso de energía no renovable, la transición hacia fuentes de energía limpias ha comenzado a ganar terreno. En este sentido, hay tanto críticas como beneficios en el uso de energías renovables por parte de las mineras chilenas.
Conforme a la información entregada por el documento Política Nacional Minera, lanzada en enero por parte del Ministerio de Energía con el fin de potenciar la minería como motor de desarrollo sostenible, Chile cuadruplicó su capacidad para generar energía solar y septuplicó la energía eólica en cinco años con la ayuda de esta industria.
Ante esto, cabe preguntarnos, ¿Qué estrategias están utilizando las mineras para alcanzar los objetivos de producción y reducción de emisiones de carbono?
Varias empresas mineras han asumido el desafío de reducir significativamente su huella de carbono para el año 2050, y algunas buscan incluso reducir sus emisiones operativas a cero. En este sentido, se han establecido metas para 2030 y ya se están viendo los primeros resultados en 2023.
Sin embargo, la implementación de energías renovables han encontrado en su camino dificultades. La minería chilena es una industria que consume una gran cantidad de energía eléctrica, y aunque las fuentes renovables de energía son cada vez más eficientes y competitivas, aún existen limitaciones técnicas para su implementación a gran escala en el sector minero.
Las emisiones de CO2 de los camiones son una gran parte de las emisiones de la minería. Por eso, diferentes compañías mineras están trabajando en el uso de camiones con hidrógeno verde. Incluso se ha visto la operación de un camión Caex, que utiliza hidrógeno verde en una faena ubicada fuera de América.
Además, se están llevando a cabo diversas iniciativas para reducir el consumo de agua y gestionar los residuos de manera más efectiva. Por ejemplo, una compañía ha cambiado toda su flota de torres de iluminación diésel por torres de iluminación solar Cleanlight.
Es importante destacar que los desafíos para la minería hoy en día no solo abarcan la generación de energía, el consumo de agua y la gestión de residuos, sino también la relación con las comunidades locales. Por lo tanto, es crucial que en América Latina se puedan generar marcos regulatorios que permitan avanzar en la transición de la minería convencional a la minería verde.
Equipo Prensa
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