Bain & Company publicó su balance del mercado de capital privado durante los primeros seis meses de 2023, donde expone que el valor global recaudado registró una disminución del 35% con respecto al mismo período de 2022, alcanzando $517 mil millones. Sobre una base anualizada, la recaudación tiende a caer un 28 % en términos de valor y un 43 % en términos de fondos cerrados en comparación con todo el año 2022.
En el caso de los fondos buyout, alcanzaron $202.000 millones de dólares en valor de operaciones durante este primer semestre, lo que significó una caída de 58% en lo que va del año, y 41% con respecto al total de 2022.
Por otro lado, las 863 operaciones cerradas en el primer semestre suponen una baja del 29% en todo el año con respecto al ritmo de 2022, mientras que las operaciones complementarias siguen representando una parte significativa del mercado mundial de adquisiciones, con un 9% del valor total de los acuerdos en el primer semestre del año.
Para la consultora, el récord de 3,7 billones de dólares en activos líquidos disponibles y 2,8 billones de dólares en activos sin desinvertir por parte de los fondos buyout, se explica porque los limited partners (LP) estarían optando por la liquidez en desmedro de esperar ganancias incrementales. Esto sugiere que el principal objetivo del sector en los próximos meses será volver a poner en marcha el capital mediante el aumento de las distribuciones a los LP, ya sea a través de salidas secundarias dirigidas por el general partner (GP), recapitalización u otras soluciones de liquidez.
“Quedarse de brazos cruzados porque el mercado está a la baja nunca ha sido una estrategia especialmente eficaz en el ámbito del capital riesgo”, afirma Hugh MacArthur, presidente del departamento de Capital de Riesgo de Bain & Company, agregando que “los ciclos anteriores han demostrado que para que las operaciones repunten y continúen, los compradores y vendedores necesitan un entorno económico razonablemente estable, no necesariamente atractivo”.
El informe, además, muestra que la preocupación por la existencia de “demasiados activos líquidos disponibles” parece injustificada, ya que, según datos de la consultora, el volumen se mantiene estable en 3,7 billones de dólares en todas las estrategias de clases de activos privados, de los cuales alrededor del 75% se definen como “frescos”, es decir, con menos de tres años de inversión. “Si bien existen dificultades para llevar a cabo las operaciones, sobre todo las de gran envergadura, el crédito privado está interviniendo a medida que los bancos comerciales restringen los préstamos”, indicaron.
Adicionalmente, el texto graficó que mientras las inversiones se redujeron, las salidas cayeron más bruscamente durante la primera mitad del año, con las salidas globales anualizadas de 2023 respaldadas por buyouts en camino de reducirse un 54% frente a 2022, y el recuento de salidas se dirigen hacia un descenso del 30%.
Equipo Prensa
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