- El programa tuvo un desarrollo cercano a un año y trabajó con empresarios de comunas donde muchas veces no llegan los instrumentos de Corfo.
- Los principales sectores beneficiados fueron vitivinícola, agro y apícola.
El restaurante Cuatro Estaciones, ubicado en la comuna de Laja, fue el punto de reunión de micro, pequeños y medianos empresarios de varias comunas de la provincia de Biobío en el cierre del programa Acelera de Corfo. A lo largo de aproximadamente un año, esta iniciativa se dedicó a trabajar con pequeñas y medianas empresas de la región con el objetivo de diagnosticar cuáles podrían ser dinamizadas y aceleradas en nuevos mercados y en su crecimiento empresarial.
Este programa se enfocó principalmente en las comunas de Cabrero, Nacimiento, Laja, Mulchén, Negrete, Antuco, Los Ángeles, Florida, Santa Juana, Yumbel, Hualqui y San Rosendo. Enfrentó diversos desafíos específicos, como la identificación, evaluación y selección de empresas beneficiarias, determinando las brechas que limitaban el desarrollo y crecimiento de sus iniciativas ya formalizadas.
Durante el proceso, 21 empresas participaron en la etapa de dinamización y 24 en la etapa de aceleración. Este proyecto fue concebido por Corfo con la intención de llegar directamente a los territorios donde la Corporación de Fomento no suele estar presente, ya que las empresas suelen concentrarse en las capitales regionales o provinciales.
La directora del Comité de Desarrollo Productivo Corfo Biobío, Roberta Lama, destacó que «los objetivos fueron fortalecer la red de fomento territorial para vincular empresas beneficiarias con la oferta de instrumentos de apoyo en el ecosistema productivo territorial». Además, mencionó que el programa proporcionó información valiosa para el desarrollo de otros instrumentos en los que están trabajando, con un enfoque especial en la Provincia de Biobío.
Magdalena Jara, de Viña Quinta Rosa en la comuna de Yumbel, una de las beneficiarias del programa, expresó: «El programa nos ha abierto las puertas a un mundo de negocios que no conocíamos y que fortalece nuestro producto, eliminando las brechas con la competencia que era más fuerte. Ahora tenemos mejores herramientas para seguir creciendo».
Pablo Inzunza, otro beneficiario del programa del área apícola en el sector Tomeco, resaltó la importante vinculación con otros miembros del ecosistema: «El programa me ayudó en muchos aspectos, sobre todo en abrir el espectro de posibilidades, pero también en llevar un registro más detallado, especialmente en el área financiera, para mejorar la toma de decisiones».
El trabajo en terreno estuvo a cargo del equipo agente operador Copeval, junto al gestor territorial Christian Gwinner, quien destacó el compromiso del equipo y de los beneficiarios en abordar aspectos clave para el desarrollo empresarial. «Fue un trabajo de muchas horas junto a los diversos grupos, 97 con las dinamisables y 119 con las acelerables. También fue un trabajo muy nutrido en la articulación de redes junto a diversas empresas y organismos para el fortalecimiento de las distintas iniciativas».
El Seremi de economía, Javier Sepúlveda, destacó “Es importante el trabajo realizado porque los beneficiarios cuentan con nuevo conocimiento y herramientas para enfrentarse a un entorno económico desafiante, pero con nuevas oportunidades para el crecimiento en el desarrollo productivo y la generación de empleo. También continuaremos trabajando junto a ellos en nuevas iniciativas para la entrega de más herramientas junto al ministerio y el Comité Corfo”.
El programa en sus etapas finales también realizó un DemoDay donde se conocieron las iniciativas acelerables y sus apuestas de negocio luego de las distintas etapas que sortearon junto al equipo que llevó adelante el programa.
Equipo Prensa
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