• Análisis de Ciclo de Vida, Monitoreo-Reporte-Verificación (MRV) y Ley REP fueron las principales temáticas a las que pudieron acceder las/os interesadas/os en las oportunidades de negocios que generan la economía circular y la simbiosis industrial.

 

La circularidad no sólo brinda mayor bienestar en términos ambientales, sino que también en términos económicos. Por ello, Santiago Industria Circular, una iniciativa del Gobierno de Santiago, implementada por la Universidad de Valparaíso y financiada a través del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, capacitó a más de 150 profesionales en Análisis de Ciclo de Vida (ACV), Monitoreo-Reporte-Verificación (MRV) y Ley REP, herramientas claves para avanzar a una economía más circular.

 

Actualmente, “fortalecer los conocimientos en las metodologías que son clave para la generación de indicadores, ayuda a que las empresas accedan a certificaciones y validaciones, lo que es muy útil y valorable para que puedan diferenciarse en mercados altamente competitivos”, comentó Mijail Villagra, coordinador de Santiago Industria Circular.

 

Por ello, Mauricio Fabry, coordinador del Departamento de Medioambiente, Biodiversidad y Cambio Climático del Gobierno de Santiago, expresó el compromiso por el desarrollo de una región más circular, “donde estemos vinculados como en una mesa de cuatro patas, tal como lo menciona el gobernador Claudio Orrego, donde tengamos siempre el sector productivo, el Estado, las organizaciones sociales y la academia vinculados”.

 

Y es que hoy, el ser una industria circular no es algo optativo, a juicio de Fabry, sino que “es la forma que tenemos de ir persistiendo en este planeta, y por eso hemos desarrollado varios programas y uno es éste de simbiosis industrial, con la Universidad de Valparaíso y Desafío Circular con la Universidad Mayor, que buscan facilitar y fortalecer, respectivamente, este ecosistema”.

 

Para continuar, Patricia Martinez, directora de Plataforma Industria Circular aterrizó en cifras la realidad local: “en la actualidad, en Chile se generan alrededor de 18 millones de toneladas de residuos, de los cuales aproximadamente un 51% corresponde al sector industrial, y de ellos, cerca del 95% se clasifica como no peligrosos. Sin embargo, el 80% de estos es eliminado, principalmente, en rellenos sanitarios y vertederos”.

 

“Del total de residuos no peligrosos generados, es decir, 9,2 millones de toneladas, casi el 30% se genera en la Región Metropolitana, por lo que Santiago Industria Circular tiene como propósito poner a disposición del sector público e industrial una solución tecnológica para el intercambio de materias primas secundarias, es decir, recursos industriales subutilizados. Así, se rompe el paradigma de la generación de residuos, al tratarlos como subproductos industriales, que pueden ser valorizados y reinsertados en la economía, lo que constituye la base de la simbiosis industrial” indica la académica.

 

También, explicó la directora, que “ello permitirá a la Región Metropolitana avanzar hacia un desarrollo basado en la economía circular, el que es un desafío importante, porque todos estos recursos subutilizados representan oportunidades de negocios”.

 

En este contexto, se vuelve indispensable tener manejo del Análisis de Ciclo de Vida (ACV), ya que es una herramienta fundamental para los desafíos de la economía circular, como sostuvo Valentina Abello, académica de la Universidad Andrés Bello, en su presentación.

 

De esta manera, la profesional presentó una definición formal de ACV, destacando que entre sus beneficios ayuda en la toma de decisiones; en la clase de materiales a utilizar; las fuentes de energía; el tipo y cantidad del embalaje; el diseño de los productos, etc. Por otra parte, “ayuda a la empresa a ver que existen más impactos ambientales asociados a un producto, además de los generados en la planta. Cambia el pensamiento convencional, entregando un enfoque más amplio; mejora la gestión de la cadena de proveedores y permite evaluar el fin de la vida de un producto”, complementó.

 

Por su parte, Sebastián Garín, consultor de Monitoreo-Reporte-Verificación (MRV) de Santiago Industria Circular, se refirió al vínculo entre los sistemas de monitoreo y los instrumentos de seguimiento climático en Chile. Esto, en el contexto de los compromisos ambientales del país, presentando casos prácticos de MRV.

 

Chile, en general, y Santiago, en particular, cuentan con una brecha muy importante en valorización de residuos en comparación con países de similares ingresos y nivel de desarrollo, “por eso es que la ley REP viene en un muy buen momento a empujar a la industria y a poder liderar estos procesos en la región. Si bien ya partimos con envases y embalajes, pronto se seguirá avanzando con otros residuos”, precisó Fabry.

 

Por ello, sobre los desafíos y oportunidades de la ley REP, habló Reynaldo Herrera, gerente general del Centro Inclusivo de Kyklos, quien aludió a la muy baja posición de Chile entre los países OCDE, en la relación de los residuos que van a rellenos sanitarios versus lo que se recicla. “Esta problemática nos muestra de inmediato que tenemos un desafío gigante en relación a países como Alemania, Suiza o Bélgica, que tienen tasas de vertederos casi nula, pero también alta incineración”, analizó.

 

Para finalizar, José Tomás Videla, codirector de Santiago Industria Circular, expuso en detalle el funcionamiento de la Plataforma-Industria-Circular, específicamente del módulo Residuo-Recurso, que es el primer Marketplace de intercambio de residuos en Chile. “Esta tecnología abierta y gratuita, es una herramienta clave para encontrar oportunidades de negocio y medir los impactos ambientales de las empresas”, precisó Videla.

 

Las capacitaciones están disponibles al inscribirse en la Plataforma Industria Circular: https://plataforma-industria-circular.cl/

 

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