El nuevo Plan Regulador Comunal (PRC) de Maipú, que fue presentado a comienzos de septiembre por el alcalde Tomás Vodanovic, incluye cambios que afectan a un total de 248,1 hectáreas -incluidas zonas clave como Av. Américo Vespucio y Av. Pajaritos-, y cierra las puertas, de manera definitiva, a la construcción de megaedificios. Desde la consultora Colliers analizaron el efecto que implicarán los nuevos cambios.
«Se felicita al municipio por su eficiencia en un proceso que, por lo general, suele demorar años. Sin embargo, esta rapidez no debe eclipsar las preocupaciones más profundas sobre la visión a largo plazo que implica esta decisión. El enfoque en limitar la altura de los edificios, sin modificar la densidad permitida, revela una visión errada del desarrollo urbano», explica Sergio Correa, Gerente Inmobiliario de Colliers.
De acuerdo al ejecutivo, la altura no es el enemigo del buen urbanismo. «Cuando la altura está bien regulada, permite aprovechar mejor el suelo urbano y maximiza el acceso a viviendas en áreas con buena conectividad», añade.
Correa, enfatiza que la decisión tomada en Maipú ignora el potencial de la infraestructura pública existente, especialmente la inversión millonaria en líneas de Metro y autopistas que conectan eficientemente a la comuna con el resto de la ciudad.
«Al restringir el desarrollo vertical, se crea un uso ineficiente del suelo y se desperdician oportunidades para generar viviendas más asequibles y de mayor calidad», señala el ejecutivo de Colliers, quien enfatiza que las modificaciones a los planes reguladores no deberían depender de las autoridades políticas locales.
«La planificación no debería estar al arbitrio de intereses electorales que privilegian ganar votos. Necesitamos despolitizar los planes reguladores y llevar su gestión a una autoridad técnica regional, que no solo trabaje en serio la densificación de cada comuna, sino que también permita que las planificaciones urbanas de comunas vecinas se complementen entre sí», concluye Correa.
Equipo Prensa
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