- En el contexto actual de globalización e interdependencia económica, la certeza jurídica es uno de los pilares fundamentales que sostiene la confianza de los inversionistas extranjeros. Para un país como Chile, que ha basado gran parte de su crecimiento en su apertura al comercio internacional y la atracción de capitales externos, garantizar un marco legal estable y predecible es indispensable para mantener y fortalecer su posición en los mercados globales.
Uno de los principales socios comerciales de Chile, y clave en esta dinámica, es la región de Asia Pacífico, particularmente China. Las inversiones de esta región no solo han contribuido al crecimiento de sectores estratégicos, sino que también han fortalecido las relaciones bilaterales y consolidado nuestra economía en el escenario internacional. Sin embargo, la confianza de estos inversionistas no puede darse por sentada. Debe ser reforzada constantemente mediante acciones concretas que aseguren que sus intereses estarán protegidos por un sistema jurídico justo y transparente.
Cuando los inversionistas perciben que las reglas del juego no son claras, o que pueden cambiar arbitrariamente, se produce una erosión en la confianza que puede tener repercusiones graves para el país. Esto es especialmente cierto en sectores tan estratégicos como el de los recursos naturales, donde Chile ha sido tradicionalmente líder. Las disputas judiciales recientes en torno a ciertos proyectos de litio, incluyendo aquellas que involucran a actores relevantes como Tianqi, son solo un ejemplo de cómo la falta de claridad en el manejo de ciertos procesos puede generar incertidumbre no solo para las empresas directamente involucradas, sino para toda la comunidad internacional.
La certeza jurídica no solo implica respetar contratos y normativas vigentes, sino también garantizar que los procesos de toma de decisiones sean transparentes y predecibles. Cada vez que Chile toma una decisión que afecta a los grandes inversionistas extranjeros, el mensaje que se envía al resto del mundo es observado con atención. Por ello, es crucial que se mantenga un entorno donde las reglas sean claras y donde todos los actores, tanto nacionales como internacionales, puedan confiar en la estabilidad del sistema legal y regulatorio.
Las decisiones que afectan a inversionistas extranjeros no ocurren en un vacío. Los mercados globales están interconectados y los capitales fluyen hacia donde encuentran estabilidad y confianza. Esto es particularmente cierto en la región de Asia Pacífico, que ha demostrado ser una fuente clave de inversión y de exportaciones para Chile en los últimos años. Si bien hemos mantenido una relación comercial robusta con países como China, es fundamental que nuestras políticas económicas y jurídicas reflejen un compromiso con la transparencia y la equidad, valores que deben estar en el centro de cualquier relación comercial de largo plazo.
En un mundo tan competitivo como el actual, Chile no puede permitirse el lujo de perder la confianza de inversionistas clave en sectores estratégicos como la minería del litio. La región Asia Pacífico, y en particular China, representan no solo un mercado enorme para nuestras exportaciones, sino también una fuente vital de inversiones que pueden potenciar nuestro desarrollo económico a largo plazo. La única manera de seguir atrayendo estos capitales es garantizando un ambiente donde la estabilidad jurídica esté siempre presente, y donde las reglas sean claras y predecibles.
Equipo Prensa
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