En un escenario donde la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para la industria inmobiliaria, el financiamiento sostenible emerge como una herramienta clave para equilibrar el crecimiento económico con el bienestar ambiental y social.

Noviembre 2024.- La demanda de energía y las emisiones del sector de los edificios y la construcción representan más de una quinta parte de las emisiones mundiales. Según un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción, en 2022, un aumento del 1% en las emisiones del sector equivalía a 10 millones de autos más dando vueltas alrededor de la Tierra. Al mismo tiempo, la intensidad energética del sector se redujo un 3,5%. «La industria tiene un papel crucial en reducir estas emisiones, y el financiamiento sostenible se convierte en un aliado esencial para impulsar proyectos más eficientes energéticamente. No se trata solo de cumplir con las normativas, sino de anticiparnos a las necesidades del planeta y los residentes, invirtiendo en edificaciones que reduzcan su impacto ambiental a largo plazo», adviertePatricio Fernandez, Gerente de Desarrollo en Greystar Chile.

La industria inmobiliaria está adaptándose a una respuesta más activa en el contexto actual de crisis climática a la que se suman las exigencias de los residentes. Cabe destacar que el estado ha implementado normativas como la Calificación Energética de Viviendas (CEV) y la Reglamentación Térmica (OGUC 4.1.10), que son regulaciones que reducen tanto la huella ambiental de las edificaciones y que ofrece beneficios para los residentes con ahorros importantes que vienen a mejorar su calidad de vida, adaptándose a las exigencias de un mercado cada vez más consciente de su impacto en el planeta.

Pensando en que la industria de la construcción es responsable de aproximadamente el 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y que se estima que el mercado global de este sector crezca un 42% para el año 2030, es urgente dar respuesta a las nuevas necesidades ambientales y de los residentes que demandan una mayor consciencia a la hora de construir.

Desde el diseño de edificios eficientes hasta la reducción de la huella de carbono, la transformación hacia un enfoque más verde no es solo una tendencia, sino una necesidad imperante. En este contexto, el financiamiento sostenible emerge como un pilar fundamental para impulsar esta evolución, permitiendo que las empresas del sector equilibren sus objetivos financieros con un compromiso firme con el medio ambiente y la sociedad. Este tipo de financiamiento no sólo abre nuevas oportunidades de inversión, sino que también fomenta la creación de proyectos más responsables y resilientes frente a los desafíos climáticos actuales y futuros.

«El financiamiento está cambiando el enfoque que las inmobiliarias estamos teniendo respecto a estos proyectos. El desacople que existe entre los residentes y lo que la industria está tratando de proponer es súper fuerte, entonces nosotros debemos ser capaces de entender cómo poder transformar la lógica del discurso, cómo poder sintonizar con lo que realmente quiere el residente y cerrar este círculo virtuoso desde el financiamiento hasta la industria inmobiliaria y también con el residente, y así entender qué es lo que quiere y necesita», señaló Fernandez.

En este contexto se entiende que la emisión de bonos sostenibles haya superado el billón de dólares en 2023, impulsada por niveles récord en la venta de bonos verdes, según muestran datos compilados por Bloomberg. La emisión de bonos de impacto (es decir, ecológicos, sociales, de sostenibilidad y vinculados a la sostenibilidad) ascendió a US$939.000 millones en 2023, un aumento del 3% respecto del mismo período del año anterior.

Los esfuerzos en el sector inmobiliario vienen en medio de un empuje más amplio en el mundo financiero. Los préstamos verdes están en alza – y las certificaciones de construcción están jugando un papel central. De hecho, recientemente SUMAC asistió a Greystar y a Credicorp Capital con los servicios de consultoría en Sustentabilidad y Eficiencia Energética para que el Edificio Somma Inés de Suárez se convirtiera en el primer edificio multifamily en Chile en obtener la Certificación Sostenible Edge Advanced, reduciendo así en 40% el consumo de energía y 39% de ahorro promedio en agua, disminuyendo la huella de carbono en 654.18 mt CO2eq/año.

Si pensamos en que la mitad de los edificios que existirán en 2050 aún no se han construido, ésta se trata de una gran oportunidad para que el sector re-imagine las construcciones del futuro con edificios que den prioridad a la resiliencia, la renovación y la reutilización, la generación de energías renovables y la construcción con bajas emisiones de carbono.

En la era de la ebullición climática existe la urgencia de fomentar el uso responsable de los recursos y generar entornos más sostenibles y habitables. El financiamiento sostenible no solo ayuda a mitigar los impactos ambientales, sino que también promueve la eficiencia energética, reduce los costos operativos a largo plazo y fomenta la innovación en tecnologías limpias. Además, facilita el acceso a fondos para proyectos que priorizan el bienestar social y la resiliencia climática, contribuyendo así a un desarrollo inmobiliario más equitativo y sostenible para las futuras generaciones.

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