El pasado 26 de noviembre, se congregaron destacados expertos en economía del comportamiento y formulación de políticas para abordar una cuestión crucial: cómo una comprensión profunda del comportamiento humano puede transformar el diseño e implementación de políticas públicas. A través de enriquecedoras presentaciones, el evento «El Factor Humano en las Políticas Públicas» exploró nuevas perspectivas para integrar el factor humano en la creación de políticas más efectivas y beneficiosas para la sociedad.
Representantes de los ministerios de Salud, Economía, Hacienda y Medio Ambiente, junto a organismos internacionales, instituciones académicas, centros de investigación, empresas y organizaciones sin fines de lucro, se dieron cita en el evento. Marcela Munizaga, vicedecana de la FCFM, asistió a la instancia y Alejandra Mizala, prorrectora de la Universidad de Chile, dio la bienvenida a los participantes, destacando la importancia de incorporar la economía del comportamiento en la formulación de políticas.
La economista Andrea Repetto, académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, abordó cómo los programas sociales pueden ser más efectivos al considerar las barreras conductuales que enfrentan los ciudadanos. Destacó el bajo uso de subsidios disponibles y llamó a rediseñar políticas que reduzcan la exclusión y fortalezcan la cohesión social.
A continuación, Andrés Pavón, Subdirector de Consumo Financiero del Sernac, presentó estudios sobre portabilidad de créditos hipotecarios, estados de cuenta de tarjetas de crédito y consentimiento de cookies. Enfatizó que la colaboración entre reguladores y académicos es clave para generar regulaciones basadas en evidencia que ayuden a las personas a tomar decisiones informadas en el ámbito financiero.
Por su parte, Daniel Schwartz, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y del Instituto Milenio de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) y académico de la Universidad de Chile, compartió lecciones para usar herramientas de la economía del comportamiento de forma efectiva. Mostró cómo, a través de estudios de gran escala, se ha logrado reducir la inasistencia a citas médicas, aumentar la realización de exámenes de mamografía, mejorar decisiones financieras y evaluar políticas de etiquetado de alimentos. Schwartz destacó que estas intervenciones, implementadas por diversas organizaciones, han contribuido a mejorar regulaciones que impactan a una gran parte de los chilenos.
Como cierre del evento, George Loewenstein, académico de Carnegie Mellon University, eminencia internacional en el área de la economía del comportamiento, ofreció la charla «When Do People Benefit from Choice?» (¿Cuándo se Benefician las Personas de Elegir?). Reflexionó sobre los beneficios y riesgos de ofrecer opciones, argumentando que, si bien la elección puede empoderar, también puede complicar decisiones cuando la información es compleja. Loewenstein destacó la importancia de simplificar los marcos de elección o delegar decisiones complejas a expertos o responsables de políticas, para evitar abrumar a las personas y promover decisiones más acertadas.
El evento brindó a profesionales y tomadores de decisiones una perspectiva sobre cómo la economía del comportamiento puede transformar las políticas públicas, destacando la importancia de diseñar sistemas y regulaciones que consideren las complejidades del comportamiento humano para aumentar su efectividad.
Equipo Prensa
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