En una de las regiones del país con mayor escasez hídrica a nivel nacional y global, como es la Región de Coquimbo, específicamente en el secano costero frente al mar, se llevó a cabo el sexto Encuentro Nacional de Vinculación Social (ENVIS 2025). Este evento reunió a cerca de 1.500 personas provenientes de todo el país, con diversos orígenes y geografías, para dialogar y compartir experiencias relacionadas con la crisis hídrica que estamos enfrentando.
El foco central del evento fue la convivencia entre personas y grupos con distintas realidades y perspectivas en torno al agua. El objetivo principal era fortalecer la vinculación social entre sectores que, en la dinámica habitual, no suelen interactuar. Durante el encuentro, se generaron espacios para reflexionar e intercambiar experiencias sobre cómo nos impacta y cómo nos adaptamos al nuevo entorno hídrico.
El tema de este año fue el agua y la escasez hídrica. Se formaron 150 grupos de trabajo integrados por una gran diversidad de personas, incluyendo exministros, gobernadores, alcaldes, dirigentes gremiales de sectores como la agricultura, minería y empresas sanitarias, académicos, jefes de servicios públicos y otros. Sin embargo, la mayoría de los asistentes eran dirigentes y usuarios de organizaciones sociales, como los SSR (ex APR), ONG locales, pequeños campesinos, dirigentes vecinales y representantes de la sociedad civil.
En las conversaciones predominó un consenso en torno a la falta de agua o acceso a ella. No obstante, al abordar las causas y posibles soluciones, surgieron diferencias y posiciones particulares de cada sector. Estas perspectivas, todas legítimas, abarcaron ámbitos políticos, ancestrales, productivos, ambientales, indigenistas, urbanos y rurales. Así, se conformó un espacio de gran diversidad, donde las conversaciones oscilaron entre lo emocional y espiritual; lo técnico y político. Este intercambio evidenció que las soluciones, políticas públicas y la gestión del agua deben respetar y considerar las distintas formas de relacionarnos con este recurso, evitando que estas diferencias se conviertan en fuentes de conflicto.
La cohesión y vinculación social que logremos construir en torno al agua será clave para facilitar y encontrar soluciones más inclusivas, amplias y sostenibles, otorgando legitimidad al proceso de adaptación hídrica sin dejar a nadie fuera. Muchos de los actores presentes, como los Servicios Sanitarios Rurales (ex APR), pescadores, pequeños agricultores y pueblos indígenas, tienen un consumo menor de agua y no representan una gran amenaza para los ecosistemas. Sin embargo, sí generan un impacto significativo en sus comunidades y en nuestra cultura.
El éxito o fracaso de los cambios sociales depende de la relación entre los actores involucrados, quienes están condicionados por su historia, intereses y subjetividades. Lo vivido durante ese fin de semana fue un recordatorio de que el agua nos brinda una oportunidad para construir cohesión social, lo que, a su vez, facilita la búsqueda de soluciones a los problemas hídricos que seguirán acompañándonos en el futuro.
Gabriel Caldés
Consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI).
Equipo Prensa
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