Si bien su implementación en las compañías e instituciones se debe realizar con sumo cuidado, esta tecnología genera un aporte significativo en la mejora de la seguridad digital.
Santiago, 05 de marzo de 2025.- El mundo está siendo testigo de cómo planteamientos que encontrábamos solo en la ficción están siendo hoy una realidad. Las tecnologías cada día abarcan más espacios en la vida cotidiana de las personas, tal es el caso de la Inteligencia Artificial (IA) que se convirtió en una promesa para las compañías, específicamente en el área de ciberseguridad.
Actualmente, esta tecnología está en el escrutinio público por los grandes avances que han mostrado sus creadores, aunque, también ha sido cuestionada por diversos especialistas al considerar una serie de riesgos si no se integra de la manera adecuada.
“La IA puede ser utilizada para mejorar la seguridad cibernética y securitizar las interacciones de personas y empresas en el mundo digital (…) Es muy aventurado considerar que puede reemplazar la operatividad humana”, señala Mario Micucci, investigador de seguridad informática de ESET Latinoamérica.
Día a día somos testigos de una amplia variedad de ataques digitales que no cesan, por lo que esta tecnología tiene un sinfín de oportunidades en materia de ciberseguridad. La IA podría ser una gran aliada para llegar a la detección temprana de estas violaciones a la red de instituciones o empresas.
Ante este escenario, ESET comparte cuatro razones en las que la IA puede mejorar la seguridad cibernética:
Detección de amenazas. La IA puede ser utilizada para analizar grandes cantidades de datos de registro y de tráfico de red para detectar patrones sospechosos y comportamientos anormales que puedan indicar una amenaza de seguridad. Esto, ya que se estudian los datos históricos de ataques y se identifican aquellas actividades que resultaron fraudulentas en el pasado.
Identificación de vulnerabilidades. Permite escanear y analizar grandes cantidades de código fuente en busca de vulnerabilidades de seguridad de las compañías, evitando la fuga de datos y la filtración de información a manos equivocadas.
Autenticación de usuario. La inteligencia artificial es una gran aliada para autentificar el acceso de usuarios a los sistemas empresariales. Esto, ya que controla los factores de riesgo como la ubicación en donde pueden acceder, el dispositivo que utilizan y el comportamiento para evitar que errónea e involuntariamente expongan datos privados.
Prevención de fraudes. Puede prevenir fraudes cibernéticos, como el phishing y el relacionado a las tarjetas de crédito, mediante el análisis de patrones de actividad y el monitoreo del comportamiento del usuario.
“Es importante tener en cuenta que, aunque esta tecnología puede ser una herramienta poderosa para mejorar la seguridad cibernética, también tiene sus limitaciones y no debe ser vista como una solución única para todos los problemas de seguridad. Además, es importante utilizarla de manera responsable y ética, teniendo en cuenta los riesgos potenciales de sesgo y discriminación en los algoritmos de aprendizaje automático”, culmina Micucci.