En la COP 26 del año pasado, se estableció la urgencia de la descarbonización y la necesidad de limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Si bien muchas empresas han realizado cambios en sus estrategias para reducir sus emisiones, se trata de una labor que implica importantes desafíos en su ejecución.
Bain & Company estudió cómo los bancos se están comportando con esta urgencia y reveló cuáles son los retos estratégicos para que las entidades financieras puedan alcanzar las emisiones netas cero en 2050.
Según datos de la consultora, actualmente las emisiones financiadas representan al menos el 95% de la huella de carbono de un banco, por lo que es primordial priorizar la medición exacta y crear una estrategia de largo alcance para capturar el valor de esta transición.
Asimismo, la investigación evidencia que muchas de las entidades financieras tienen una oportunidad para construir una línea de base más precisa de las emisiones en sus carteras de préstamos, ya que existe el riesgo de sobreestimar o subestimar estas emisiones en hasta el doble cuando se utilizan datos de anticipos que no son suficientemente granulares.
Los expertos de Bain & Company predicen que los bancos que aborden estos retos de frente verán crecer sus beneficios entre un 25% y un 30%. En cambio, aquellos que se retrasen o adopten un enfoque pasivo ligado simplemente al cumplimiento de los requisitos normativos, verán mermados sus beneficios entre un 10% y un 20%.
Sobre el primer tipo de entidad, el estudio muestra que ellos se aseguran de invertir en el seguimiento de las emisiones de alto calibre para ayudar a sus clientes en la transición y tomar decisiones estratégicas más inteligentes, dirigiendo activamente sus carteras sobre la base de indicadores financieros y huellas de carbono. Si actúan con rapidez, cambiarán un porcentaje mayor de sus carteras por activos verdes, hasta el 85% en 2050. A su vez, sus costos de financiación y riesgo serán mucho más bajos que los de sus competidores más lentos, que se verán cada vez más penalizados por los mercados y los inversores por su mayor exposición a las industrias y proyectos tradicionales.
«Los bancos tienen un papel fundamental a la hora de limitar el calentamiento global a 1,5 grados, y las iniciativas de todo el sector, como la Alianza Financiera de Glasgow para la Red Cero, son fundamentales», explica Camille Goossens, líder global de Bain & Company para la sostenibilidad y la responsabilidad en los servicios financieros.
«Vemos un impulso positivo tanto en los compromisos para 2050 y 2030 que son cada vez más transparentes y precisos. Sin embargo, este tema crítico requiere que los bancos inviertan en datos granulares fiables y adopten cada vez más un pensamiento estratégico adaptable a largo plazo” agrega Goossens.
Equipo Prensa
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