Construir un Chile más sustentable y alcanzar las metas establecidas en la Hoja de Ruta Nacional a la Economía Circular para un Chile sin basura 2020-2040 si es posible, pero requiere del aporte activo de los distintos actores sociales para lograrlo.

Las cifras expuestas por distintos organismos durante los últimos años evidencian claramente que el saneamiento ambiental es una necesidad imperiosa. En Chile, como ejemplo, el Informe del Estado del Medio Ambiente 2020 demostró que, durante el 2018, nuestro país generó un total de 19,6 millones de toneladas de residuos sólidos anuales, de los cuales, el 53% fueron de origen industrial, 42% municipales, 2% por lodos de plantas de tratamiento de aguas servidas, y el restante (3%) pertenece a residuos peligrosos.

Si lo vemos en detalle, en lo que a residuos domiciliarios se refiere, sólo el 1% de el total generado se recicla; el resto es eliminado. Además, sólo reciclamos el 8,5% de los residuos plásticos generados (material más contaminante presente en el mundo), lo que corresponde solo a 83.679 toneladas de las 990 mil que se consumen anualmente, y esta misma tendencia ocurre con el resto de los residuos.

Ante las cifras expuestas, queda clara entonces la necesidad de tomar cartas en el asunto, y bajo este objetivo, empresas como Hidronor trabajan arduamente para devolver al medio ambiente el saneamiento esperado, aportando a la mitigación del cambio climático con la generación de energía limpia a partir de biogás y combustible alternativo producto del tratamiento de residuos.

Para lograrlo, la empresa cuenta con un relleno sanitario ubicado en Copiulemu, en la comuna de Flori­da, región del Biobío, donde recibe los residuos sólidos urbanos de las comunas cercanas. Estos, al descomponerse orgánicamente, generan gases de efecto invernadero (como metano y dióxido de carbono) que producen biogás — fuente esencial de energía renovable —. Para aprovechar este recurso, la empresa puso en marcha su propia planta de biogás en el 2018. Desde entonces aportan anualmente más de 6.000.000 kwh de energía al sistema de distribución, gracias a lo cual hoy se abastecen de energía unas 700 casas aproximadamente.

“Con frecuencia, Hidronor es vista como una empresa de eliminación de residuos, pero en paralelo siempre estamos buscando nuevas opciones para valorizarlos y disponerlos de ma­nera adecuada”, destacó Juan Andrés Sala­manca, gerente de Ventas y Marketing de la compañía.

No obstante, y para complementar el aporte al cambio climático e incrementar la economía circular, Hidronor valoriza residuos líquidos con alto poder calorífico para transformarlos en combustible alternativo a través del copro­cesamiento.

 

“Hace más de 15 años –y de forma pione­ra en Chile–, lideramos este mercado, ya que contamos con una planta de blending para co­procesar residuos líquidos de aceites, pinturas, solventes y otros productos orgánicos que ge­neran instalaciones de distintos rubros a nivel nacional. Esta planta se distingue por entregar un producto final de alta calidad y por sus ex­celentes estándares de seguridad operacional”, añade Salamanca.

En la actualidad, Hidronor comercializa este combustible alternativo con la industria cementera, la cual lo utiliza en sus hornos como reemplazo de combustibles fósiles para evitar con la quema la producción de gases de efecto invernadero. De este modo, también ayuda a mitigar el cambio climático.

 

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