De acuerdo con la última encuesta «Preocupaciones del Mundo» de Ipsos (septiembre 2023), Chile se posiciona como el segundo país con el mayor nivel de inquietud por el crimen y la violencia entre las 29 naciones evaluadas, con un 60%, solo superado por Perú y por encima de otras naciones de la región como México.
Es que una de las mayores preocupaciones de los chilenos, es el ingreso delictual a una propiedad habitada o no habitada, algo que obviamente conlleva una sensación importante de inseguridad y preocupación.
Bajo este criterio, actualmente existen ventanas con sistemas antirrobos, las cuales nos permiten mantener la luz natural, junto a un sistema de seguridad altamente eficiente. El cristal antirrobo está concebido y fabricado para resistir los golpes y evitar que se fracture.
“Hoy en día debemos vivir con las ventanas llenas de rejas, persianas, sensores de movimientos, entre otros. El vidrio antirrobos, logra hacer de tu casa un lugar mucho más seguro, sin tener que invertir grandes sumas de dinero en sistemas de seguridad. Además, el mismo vidrio, cuenta con funciones de control acústico, y filtración del 99% de la radiación UV, lo que protege tapizados, muebles y alfombras de la decoloración” asegura Gonzalo Acevedo, Gerente General de Vidrios Lirquen.
Este producto se compone de dos vidrios crudos unidos industrialmente a una lámina plástica, la que posee la propiedad de contener a la persona u objeto que impacta contra el vidrio, entonces, en lugar de quebrarse como un vidrio crudo, los fragmentos de vidrio roto quedan adheridos a la lámina plástica y el paño mantiene su integridad.
Pese al uso para la delincuencia, igual tiene uso en seguridad dentro del hogar, instalándose en balcones, con el fin de evitar que, si alguna persona u objeto impacta contra el vidrio, caiga al vacío, quedando retenido en la lámina plástica.
Finalmente, Acevedo comenta que la gente hoy en día se está empezando a preocupar mucho más de qué tipo de vidrio debe tener la estructura construida. “El llamado es a informarse y evaluar los riesgos que existen en cada caso, desde una casa hasta un local comercial. Una de las formas más fáciles es usar una moneda y golpear suavemente el vidrio. Si el sonido es cristalino, se trata de cristal crudo y según su ubicación, se debe evaluar el cambio a vidrios de seguridad. En cambio, si el ruido que emite es más grave y despacio, se trata de un vidrio laminado”.