La mayoría de los chilenos conoce a Khipu, plataforma de pagos creada hace más de dos años por chilenos que ya cuenta con más de 10 millones de pagos exitosos, más de USD 1,5 billones recaudados con 700.000 pagadores únicos mensuales y 2.500 comercios activos mensuales, siendo una plataforma exitosa y con un vertiginoso crecimiento a nivel nacional.
Recientemente, la plataforma de pagos repuso un recurso de protección en contra de Banco Estado por estar bloqueando su operación, lo que impide que los usuarios puedan utilizar esta herramienta para realizar sus pagos en el comercio, donde el Banco argumentan protección a sus clientes en las transacciones. Para quienes estamos trabajando en innovación, venimos viendo este tipo de acciones desde siempre; lo que le ocurre a Khipu es historia conocida para muchas startups que presentan una innovación en la industria, y que desafían los modelos de negocio tradicionales.
Un caso emblemático fue cuando la Fintech Cumplo, plataforma para el financiamiento colaborativo entre privados, irrumpió en la industria financiera con fuerza, y la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras presentó una denuncia ante la Fiscalía Metropolitana Oriente. ¿Cómo era posible que una institución que no es formalmente un banco estuviera irrumpiendo con tanta fuerza en la industria del préstamo? Finalmente, la denuncia no prosperó, dado que Cumplo no capta dinero ni lo intermedia, pues son las personas las que actúan de prestamistas.
A lo anterior cabe preguntarse: ¿por qué la innovación siempre genera resistencia? La respuesta es simple, se trata de una solución o nuevo modelo de negocios que representa una mejora sustancial a lo que previamente existía. En este sentido, justamente será un buen indicador para saber si se trata de una solución innovadora, el hecho de que genere una resistencia.
Situaciones como la que vive Khipu dañan el desarrollo del ecosistema Fintech en Chile y, por ello, obstaculizan la innovación, la generación de mayor competencia en el sistema financiero y el avance en la inclusión financiera de personas y comercios que han sido desatendidos por el sistema tradicional.
La invitación es abrir nuestro enfoque, y entender que la innovación implica resistencia. Que, si no hay resistencia, es porque nuestra solución no es realmente innovadora y no representa una mejora sustancial a lo que ya existía. Si queremos generar innovaciones, debemos ser provocativos y desafiantes; debemos desafiar el status quo, aun cuando eso nos cueste exposición pública. De seguro, terminará valiendo la pena.
Equipo Prensa
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